4 trucos déco infalibles (y facilísimos) para mantener la casa fresca en verano.
Volver a las técnicas tradicionales, reducir el uso del aire acondicionado… Y aplicar estas ideas decorativas a la hora de luchar contra el calor. Mantener la casa fresca en verano nunca ha sido más fácil.
4 ideas decorativas para mantener la casa fresca en verano
La ola de calor se cierne sobre nuestras cabezas, y con ella llega la necesidad de mantener la casa fresca en verano (a ser posible, sin abusar del aire acondicionado). El enfoque sostenible a la hora de bajar las temperaturas cobra cada vez más peso por razones evidentes, pero además de los remedios de nuestras abuelas, (qué sabias), la decoración también juega un papel importante en este aspecto. Crear espacios calmados, luminosos y frescos en los que puedas resguardarte del sol y olvidarte del abanico, es más fácil de lo que crees. A continuación, te presentamos cuatro trucos buenos, bonitos y baratos para transformar tu casa y no pasar calor. Toma nota.
El blanco, tu mejor amigo
Si hay un color que asociamos al verano y la calma, ese es sin duda el blanco. El calor nos irrita y nos hace más susceptibles, así que rodearnos de este tono es una de las mejores maneras de volver a nuestro ser zen (y ya de paso bajar el sofocón). Mucho se ha hablado también de la capacidad que tiene para reflejar la luz y así mantener la casa fresca en verano. Piensa en los pueblecitos encalados de Andalucía, hay que aprender de ellos. La técnica de encalar las fachadas se remonta a la Antigua Roma, y además de ayudar a luchar contra el calor, también mantienen la vivienda limpia debido a sus propiedades antisépticas. Si el blanco no es tu color y tienes alma maximalista, existe la opción de combinar tonos muy suaves, que generan un matiz distinto pero con el mismo efecto calmante, dotando además a nuestra casa de mucha personalidad.
El toque verde
En los parques y las zonas verdes es donde más fresquito se está en verano si te toca quedarte en la ciudad. Y rodearte de plantas y flores en casa también te ayudará a sentir esa sensación de frescor. Hay especies en particular, como el ficus o el aloe vera, que ayudan a purificar el ambiente, mantener los niveles de humedad y bajar la temperatura, y lo mejor de todo es que se adaptan a cualquier tamaño de estancia. Para pisos pequeños, por ejemplo, prueba a introducir una planta grande en una esquina de la habitación donde quieras dar ese toque de color (y frescor). Un gesto sencillo que marcará la diferencia.
Más madera
La madera, además de sostenible, es un excelente aislante térmico y ayuda a regular el nivel de humedad en el interior de tu hogar. Este material es sinónimo de funcionalidad, durabilidad y además te ayudará a crear una decoración liviana, un respiro visual perfecto para mantener la casa fresca en verano. Combínala con tejidos naturales como el lino, úsala en muebles ―pero recuerda evitar la exposición directa al sol para protegerlos―, o para separar ambientes o espacios. Tendrás a tu alcance un auténtico oasis alejado del ruido y el calor del asfalto.
El ratán es para el verano
Cuando suben las temperaturas, ellos son los verdaderos protagonistas. La rafia, el esparto o el bambú son sinónimo de verano; materiales naturales, ecológicos, biodegradables y de fácil mantenimiento, ¿qué más se puede pedir? La separación entre interior y exterior se diluye empleando muebles realizados con ellos. Puedes optar por formas tradicionales o contemporáneas, ya que hay muchas marcas en el mercado que ofrecen diseños innovadores que aportarán ese toque especial a tu espacio. También puedes optar por accesorios: de un cesto a un adorno de pared o hasta una lámpara, estos pequeños detalles nos harán sentir la brisa del mar en la cara. Cierra los ojos y compruébalo.
Fuente: Revistaad.es
