La reforma del cuarto de baño puede suponer todo un reto. Desde luego, un baño bonito es importante, pero sobre todo debe de ser funcional para responder a tus necesidades diarias. Hemos pensado que si vas a hacer obras en el cuarto de baño, quizá no te venga mal saber qué cinco preguntas deberías plantearte para no arrepentirte luego de no haberte deshecho de la bañera o de no haber acertado con la distribución del espacio ni el material más adecuado para el suelo.
En primer lugar, ¿Qué es lo más importante al renovar el baño?
Asumimos que si vas a reformar el baño es porque ya has contratado a un profesional, pero eso no implica que no dediques un rato a pensar qué es lo que necesitas. Piensa dónde vas a querer cada elemento: desde lo más obvio (como el lugar para el inodoro o la ducha) a detalles como dónde irán los toalleros, por ejemplo. El mueble de lavabo es otra de esas piezas en las que merece la pena detenerse un rato a pensar qué es lo más conveniente. ¿Prefieres un modelo con un único seno o uno doble? ¿Qué tipo de encimera te gusta más? ¿Y el espejo? Ya sabes, para no dejar nada al azar lo mejor es que le des una vuelta a cómo debería ser tu baño perfecto.
¿Cuánto espacio necesito? Maximízalo con estos consejos
En primer lugar, sé práctico. Los baños no son espacios grandes y debes sacar provecho de cada centímetro. En lo que se refiere al inodoro, apuesta mejor por un modelo compacto, pero, ¡ojo!, deja el suficiente espacio libre delante y alrededor para que no resulte incómodo su uso (50 o 60 cm serán suficientes). Más cosas importantes: las puertas, mejor correderas (una puerta tradicional que se abra hacia dentro dejará detrás de ella un espacio muerto inservible); y la mampara de la ducha, fija (te costará menos limpiarla porque no se ensuciarán gomas ni guías).
¿Debo cambiar la bañera por una ducha?
Si solo tienes un baño en tu piso, es mejor decantarse por una ducha amplia. ¿Por qué? Una casa con un solo baño es probable que solo tenga un par de habitaciones y que, en consecuencia, sea un piso más apto para una persona, o una pareja, que para una familia con niños. Desde luego, si tienes dos baños en casa, no es mala idea conservar la bañera en uno de ellos. Si en un futuro quieres venderla, suele ser un aspecto en el que se fijan las familias con hijos pequeños. Cambiar la bañera por una ducha no es una reforma excesivamente cara (puede rondar los 2.000 €) y sí muy recomendable.
¿Qué suelo es el mejor para el baño?
En un artículo anterior ya te contamos cuáles son cuatro de los mejores suelos que puedes instalar en la reforma del baño. Si tuviéramos que elegir solo uno de ellos, quizá la mejor opción sería decantarse por un suelo laminado. En primer lugar, los precios de los laminados AC3 son bastante razonables –puedes encontrarlos desde 10-12 €/m2. Además, estéticamente resultan muy cálidos y, por si fuera poco, son sencillos de mantener y fáciles de colocar si eres de los que te das un poco de maña.
¿Es necesario alicatar todo el baño?
La respuesta es no. Puedes alicatar solo la parte de la ducha (hasta la mitad) y así ahorrar algo de dinero. En el resto de los revestimientos usa pintura de látex o una acrílica, que resisten bien en ambientes húmedos. En todo caso, antes de ponerte a pintar (recuerda siempre aplicar dos capas de pintura para que dure más) aplica una imprimación acrílica para que la pintura se fije bien.
