Como sabemos que decorar dormitorios pequeños no es fácil, estamos convencidos de que te van a interesar estas ideas en las que hemos tratado de combinar consejos meramente estéticos sobre color, accesorios o materiales con otros más funcionales con los que podrás aprovechar cada centímetro cuadrado. Aplícalas y disfrutarás de un dormitorio bonito que te producirá sensación de bienestar, pero que además será también ordenado y práctico.
Un papel a rayas en la pared del cabecero consigue que la cama parezca más larga…
Usar un papel pintado de rayas anchas en la pared del cabecero es una de esas ideas super eficaces, y muy decorativas, con la que vas a conseguir que tu cama parezca más larga de lo que en realidad es. Para rematar el efecto, lo ideal sería encontrar una ropa de cama idéntica (o muy similar) al papel pintado que hayas escogido. En su lugar, también puedes optar por una ropa de cama con motivos geométricos.
… y un zócalo agrandará visualmente el dormitorio
Un zócalo en la pared del cabecero es otro de esos recursos con los que se consigue que un dormitorio pequeño parezca más largo. Además, puedes hacer que haga al tiempo de estantería. De esa forma, se aprovecha mejor el espacio porque se puede prescindir de las mesillas de noche. Como alternativa, coloca una pequeña balda a cada lado de la cama para dejar el móvil, un libro o el despertador.
El ‘color drenching’ hará que el cuarto parezca más amplio…
El ‘color drenching’ es una técnica de la que te hemos hablado en idealista/news y en la que solo se usa un color, en sus diferentes tonos, para decorar. En dormitorios pequeños es interesante usarla porque se evita que la mirada se centre sobre algo en concreto, consiguiendo así que el espacio parezca más grande.
… Y también los colores suaves
Tonos como el arena o el melocotón son claros y frescos y consiguen ampliar la sensación de espacio. Lo mismo sucede con el beis, rosas suaves e, incluso, amarillos, que son perfectos en dormitorios pequeños.
Crea capas jugando con cojines y mantas
En dormitorios pequeños, la lógica invita a prescindir de demasiados textiles o accesorios. Cuidado en todo caso con caer en el más absoluto de los minimalismos porque, al contrario de lo que puede parecer, solo se consigue reducir visualmente el espacio. Nuestro consejo es que juegues con cojines y mantas en la cama, y que también los incorpores en alguna butaca. No ocupan espacio y sí aportan personalidad y color.
Una cama con almacenaje es fundamental
Quizá es una idea obvia, pero te la refrescamos porque funciona fenomenal en dormitorios pequeños. Escogiendo una cama con almacenaje se evita el desorden y, en consecuencia, el espacio parece más grande. Elige una cama con cajones o con una con canapé. Si lo prefieres, puedes colocar debajo de la cama unos cajones o cajas, pero mide bien antes para asegurarte de que quepan. Además, coloca al fondo aquellas en las que decidas guardar las cosas que usas menos.
Un armario sobre el cabecero de la cama es una forma perfecta de aprovechar el espacio
Los armarios tipo puente sobre el cabecero de la cama son perfectos para añadir espacio de almacenamiento en dormitorios pequeños. Los puedes diseñar a medida, aunque empresas como Ikea tiene algunos a muy buen precio en los que se puede guardar cualquier cosa.
Fuente: idealista.com