El estampado de damero, con sus clásicos cuadrados blancos y negros, es un estampado que se pasea por las tendencias de decoración a su antojo. Desde hace un par de años está de nuevo en lo más alto y son muchos los que miran los suelos de ajedrez con recelo, afirmando con rotundidad que este estilo no va con ellos.
Antaño este diseño geométrico tapizaba los suelos de palacetes, pero el frío mármol ha dado paso a una reinterpretación fresca y moderna del patrón que hace que incluso los más reticentes quieran llevarse el damero a casa. Si tú también quieres hacerle hueco, estas sugerencias te enamorarán.
1. Una alfombra de damero en el salón
Para los menos atrevidos, o los que quieren ir poco a poco, nada mejor que concebir esta combinación como un elemento decorativo de quita y pon. Afortunadamente, hoy es fácil encontrar en cualquier tienda complementos que reproducen el damero, desde cojines hasta jarrones, pasando por alfombras.
Colocar una de estas piezas textiles bajo la mesa de centro del salón es un excelente punto de partida. Y si el blanco y negro te parece demasiado rígido o crees que te vas a cansar enseguida, prueba con otro dúo, por ejemplo, blanco con un tono tierra. Este truco es ideal si quieres llevar las miradas a otros objetos de la estancia, así el damero no romperá la armonía.
2. Un mueble con acabado de damero
Seguimos añadiendo un poco más de fuerza a la presencia del damero, esta vez, colocándolo en alguna pieza de mobiliario. Lo mejor de todo es que no hace falta que compres uno que ya lo lleve de serie, sino que puedes forrarlo con un vinilo que imite este juego de cuadrados blancos y negros.
Pueden ser las puertas de un pequeño aparador, los cajones de una cómoda o de las mesillas de noche, el tablero de una mesa… Introduciendo este complemento auxiliar conseguirás un punto focal muy interesante que, por descontado, combinará con cualquier estilo, sobre todo, si eres de gustos eclécticos.
3. Suelos de damero pintados, no alicatados
Nos llevamos el damero a su hábitat natural: el suelo. Seguro que levantarlo para alternar baldosas blancas y negras no está en tus planes, a no ser que ya tuvieras en mente hacer reforma y barajaras el damero como opción número uno. Pero no todo está perdido si sueñas con tener un ajedrez bajo tus pies y quieres esquivar la tarea de alicatar.
Un pavimento de listones de madera puede convertirse en una base estupenda. Obviamente, si estamos ante una tarima es relativamente nueva, sería una pena, pero si se trata de un suelo con décadas a sus espaldas, está bien conservado y quieres darle un nuevo aire, no descartes pintarlo imitando el damero.
4. Combinar damero con suelo de madera
En cocinas y baños, el damero se encuentra la mar de a gusto. No es raro encontrarlo en ambos cuartos húmeros de viviendas con cierta antigüedad. Sin embargo, hay quien piensa que la ruptura entre el suelo de damero en estas estancias y el resto de la casa podría resultar poco atractivo. Nada más lejos de la realidad.
La transición entre un suelo de madera y otro de damero resulta todo un acierto. Es una forma de separar espacios que queda muy bien, pues la falta de continuidad no embarra el conjunto. Tanto en baño como el cocinas, es fácil apuntarse a esta tendencia gracias a los suelos vinílicos, cuya colocación es muy sencilla.
5. Paredes de azulejos de damero
Si prefieres que el contraste esté en vertical en vez de en horizontal, pasando del suelo a la pared, tienes también varias alternativas a tu disposición. El alicatado es más definitivo que un papel pintado, pero a cambio tendrás un mural a la altura de los ojos del que sentirte muy orgulloso en términos decorativos.
El frente de la cocina, esa franja que queda entre los armarios superiores y la encimera, es un lugar fantástico donde ubicar el damero. Si prefieres ir con cautela, redúcelo al salpicadero de los fuegos o del fregadero, y si piensas a lo grande, reviste con damero toda la zona de la campana extractora.
6. Damero y flores: una combinación sorprendente
Dicen que quien no arriesga no gana. Hemos visto el damero llevarse bien con casi todos los colores, sobre todo, con el verde, ya sea como tono en los muebles o gracias a la presencia de plantas de interior. Sin embargo, hacer que vaya de la mano de un estampado floral te puede chirriar en un primero momento.
Aventurarse con la decoración implica tomar decisiones de las que luego podrías arrepentirte, por eso es aconsejable que una idea tan loca como esta la apliques en estancias pequeñas, sin demasiado tránsito, como el recibidor, un pasillo o un aseo de invitados, para tu paz mental y la de tu presupuesto. Ahora bien, el resultado te convencerá.
7. Papel pintado de damero en el dormitorio
De nuevo en la pared, el damero cobra mucho protagonismo, y más si te acompaña mientras duermes. Empleado como papel pintado por todo el dormitorio crea un efecto óptico que a muchos les produce un agotamiento hasta el extremo de llegar a detestarlo. Pero si lo tuyo son las emociones fuertes, encontrarás la horma de tu zapato.
Ten en cuenta algo importante, y es que este diseño empequeñece sensiblemente los espacios, así que piensa antes si no sería más acertado circunscribir este papel cuadriculado a únicamente la pared del cabecero de la cama o a cortar una franja horizontal para simularlo y así enmarcar la cama.
¿Te gustaría decorar con damero? ¿Dónde pondrías este patrón?