El suelo es una de las señas de identidad y del estilo de nuestro hogar, pero también es el elemento que más sufre, por lo que con el uso acaba deteriorándose. Cuando eso ocurre, toda la vivienda muestra un aspecto envejecido y hasta descuidado, por ello, los expertos de la plataforma del sector de la reforma y reparación, Habitissimo, proponen varias ideas efectivas para actualizar y cambiar el suelo de las casas.
Hay dos cuestiones claves que nos suelen echar para atrás a la hora de tomar la decisión. La primera es el elevado coste de la reforma, y la segunda, las interminables obras que esto supone. Sin embargo, esto se puede contrarrestar si cumples con algunos de estos consejos.
Suelos vinílicos para todos los gustos
Si alguna vez has pensado en instalar en tu baño un suelo de baldosa hidráulica, o instalar madera en tu cocina pero no te atreves, hay una alternativa, los suelos vinílicos. Disponen de miles de acabados diferentes, algunos imitan perfectamente a otros materiales más “nobles” y, evidentemente, más caros.
Su precio es quizá su mayor atractivo, pero no hay que perder de vista otras ventajas de este tipo de suelos. Por un lado, se colocan directamente sobre los antiguos y son tan finos que en la mayoría de las ocasiones ni siquiera será necesario rebajar las puertas. Por otro, su extraordinaria resistencia hace que se puedan colocar en cualquier estancia de la casa. Y a ello hay que añadir que es muy fácil encontrar modelos que encajen a la perfección en cualquier estilo.
Suelos laminados: elegantes y cálidos
Los laminados se fabrican a base de capas de materiales derivados de la madera o sintéticos. La última capa es la decorativa y, al igual que ocurre con los suelos vinílicos, puede imitar a cualquier otro material, desde la madera al mármol, la pizarra o la cerámica.
Tampoco hay que levantar el suelo antiguo, ya que las tablas se colocan con un sistema de ‘click’. Además, ofrecen un buen aislamiento térmico y acústico; y, por si no fuera suficiente, se pueden encontrar modelos a precios muy ajustados. Eso sí, son suelos más gruesos que los vinílicos, conviene tenerlo en cuenta.
Un todoterreno: suelo de linóleo
No es una de las principales opciones a la hora de renovar los suelos en viviendas, pero poco a poco gana terreno. Esos suelos que vemos en centros médicos, escolares o comerciales y que parecen resistirlo casi todo han evolucionado muchísimo en colores y acabados. A nivel doméstico, son perfectos para crear ambientes con un toque de sofisticación.
Pero a ello hay que sumar su extraordinaria resistencia, la facilidad de limpieza, que repele el polvo y es antibacteriano. Además, se coloca sobre el viejo pavimento y se compone de materiales naturales, por lo que es biodegradable. Su principal inconveniente: que es algo sensible a la humedad y la luz directa.
Tarima flotante, un clásico
Aunque se pueda confundir con los laminados por la forma de instalación, hay una diferencia sustancial. La tarima flotante auténtica es de madera natural en toda su composición, aunque su corazón esté compuesto de este material, la capa superficial es una lámina que se puede lijar, barnizar o encerar cuando muestre síntomas de deterioro. Sus acabados, evidentemente, son más limitados y en cuanto a su precio, hay modelos muy económicos.
Si no quieres renunciar a la calidez, la textura y el efecto de la madera auténtica, es una buena alternativa para renovar el piso sin gastar mucho. Además, pese a lo que pueda creerse, son suelos resistentes.
Suelos de resina epoxi: los más sofisticados
Es cierto que su precio es algo más elevado que el de otros materiales, pero a la hora de renovar el piso es una opción muy atractiva porque ofrece acabados espectaculares. Igual que ocurre con otros materiales, se puede aplicar directamente sobre el viejo suelo, pero hay una diferencia importante, es autonivelante, es decir, no importa si la superficie no es completamente lisa, no es necesario igualarla para conseguir un acabado perfecto.
Los suelos de resina epoxi, pueden marcar la diferencia de estilo a la hora de renovar el piso, de hecho, con ellos se pueden crear efectos 3D. Además, aíslan, son resistentes, apenas necesitan mantenimiento y, al ser pavimentos continuos, no acumulan suciedad en juntas y es muy fácil limpiarlos.
Estas son diferentes alternativas para renovar los suelos sin gastar mucho. Sus precios son más o menos ajustados, pero todas ellas tienen la ventaja de que evitan levantar el viejo pavimento, lo que ya supone un ahorro. Además, la variedad de modelos es asombroso, de modo que podrás dar el estilo que quieras a tu hogar
Fuente: Idealista