Consejos prácticos para que al cabo de un tiempo tengas tomates y lechugas en tu huerto casero.
Con toda la ilusión del mundo te has remangado y te has puesto a montar tu huerto en casa. En el jardincito, en el balcón o en el alféizar de la venta, cada uno según sus posibilidades. Compraste la jardinera, la tierra, las semillas, todo… Y al cabo de unos meses todo sigue igual. Ni tomates, ni ensaladas ni nada de nada, solo tierra baldía y desilusión.
¿Te suena esto? Hay personas a las que las plantas y todo lo que tenga que ver con la vegetación, se les da fenomenal. Y luego estamos los que tenemos buena voluntad y no tan buena mano con lo verde… Pero que no cunda el pánico: si estás en el segundo grupo vamos a darte una ayudita extra para que ese huerto en casa que quieres arrancar con ilusión te acabe dando muchas alegrías. Vamos con ello.
Si tienes un jardín, es fácil, tendrás más superficie para plantar. Para los que no tienen esa suerte, puedes optar por mesas de cultivo, muy de moda, jardineras, las de toda la vida e incluso, macetas. Pero si escoges éstas últimas procura que tengan cierto tamaño. Lo idóneo es que plantes donde sea esa tierra reciba sol directo durante al menos seis horas al día.
Antes de plantar las semillas tienes que preparar la tierra añadiendo materia orgánica, que ayudará a que las raíces agarren mejor además que aportará nutrientes a la tierra. Puedes alimentar la tierra con fertilizantes que encuentres en supermercados o utilizar abono natural como hummus de lombriz, guano, estiércol, turba…
¿Qué útiles necesitas para tu huerto casero? Pues aparte de lo que hemos dicho anteriormente (el recipiente, tierra, materia orgánica y semillas), unos guantes, un rastrillo (si la superficie para plantar es grande), regadera, pulverizador, tijeras… Para lugares amplios, la carretilla y la pala son básicos.
Sobre las semillas, puedes decantarte por plantones (los hay en viveros pero también en supermercados aunque los primeros estarán más cuidados y sanos que los que puedes encontrar en grandes superficies). Y luego está lo más indicado si eres neófito en esto de la verdurita: las semillas. Las venden sobre todo en primavera, en sobrecitos, y son de rápido crecimiento. Si salen bien y recoges la siembra, lo mejor es que en la segunda cosecha tires de semillas tradicionales que están más adaptadas al clima de la zona que las de los sobrecitos.
¿Qué plantar? No nos vengamos arriba y queramos plantar algo tropical si en tu zona hace un frío que pela todo el año. Sensatez: hay que elegir los cultivos en función del clima de tu zona y de la estación del año. Por ejemplo, si hay mucho sol, lo mejor son las plantas solanáceas, como los tomates, las berenjenas, los pimientos… si solo da el sol durante unas horas al día, pues cultivos como canónigos, fresas, lechugas… Ojo: si plantas en macetas ten en cuenta la profundidad de la misma. Las jardineras convencionales no superan los 20 centímetros así que poner ahí cultivos como zanahorias, rabanitos o patatas no es la mejor idea porque la raíz de estas plantas es lo más importante.
Y no te olvides de poner en tu huerto urbano plantas aromáticas: son muy agradecidas, fáciles de mantener y un básico en los platos.
Lo del huerto en casa es una gran idea para retomar contacto con la naturaleza y además, si hay niños en casa, es una actividad que podéis hacer juntos, el iniciarlo, mantenerlo y ver cómo salen las plantitas. Solo ventajas.
Fuente: Idealista