¿Has decidido poner en venta tu casa pero no sabes qué precio pedir por ella? No te preocupes. Fijar el valor de una vivienda para su venta no es fácil, ya que desde el momento en que la compraste hasta que te decides a venderla los precios han evolucionado. Por eso, te recomendamos leer esta guía para vender tu casa. Con ella conseguirás determinar el precio correcto de tu propiedad, lo que te ayudará a conseguir al comprador adecuado.
Lo primero, una tasación de la vivienda
Tu casa tiene un gran valor sentimental para ti. Sin embargo, este vínculo afectivo puede hacerte caer en el error de fijar un precio superior al que la vivienda realmente tiene. Por este motivo, nunca está de más que lleves a cabo una tasación del inmueble, pues la valoración de un técnico especialista te garantizará poner un precio adecuado por tu casa.
Este procedimiento, indispensable para conseguir una hipoteca, también es importante cuando de lo que se trata es de venderla. El experto considera el valor del metro cuadrado de la zona en la que se ubica tu vivienda, además de evaluar los rasgos distintivos del inmueble, en el caso de que hayas invertido en él realizando mejoras y reformas.
Confía en tu agente inmobiliario
Para poner un precio justo a tu vivienda es aconsejable que te dejes guiar por las apreciaciones de los profesionales de la intermediación. La base del éxito de un agente inmobiliario es fijar el valor adecuado de un inmueble en venta, por lo que están acostumbrados a trabajar con una metodología específica que les permite determinar este indicador, al tiempo que resolverán todas tus dudas. Para asegurarte de que has dado con el profesional más indicado, resulta interesante que previamente realices varias entrevistas y te decantes por aquel que conozca más la zona, tu vecindario y el tipo de vivienda que posees.
Fíjate en el precio de la casa del vecino
A lo mejor tu casa y su casa no son exactamente iguales, pero si tu vecino vende su casa, el precio te puede servir de pista. El mercado inmobiliario local es clave para conocer el valor de las viviendas. Bucea un poco y averigua los precios de las casas en venta, siempre y cuando estas sean similares a la tuya. Descarta aquellas casas que disten en superficie y número de habitaciones. Continúa desechando las que se ubican en otras plantas y aquellas que tengan cosas que tú no tengas o al revés. Por ejemplo, terraza o balcón. También debes excluir las viviendas que ofrecen servicios distintos a la tuya, como ascensor, azotea, zonas verdes, garaje o piscina. No pierdas de vista el estado de conservación o la calificación energética.
¿Hay muchas o pocas casas a la venta en tu zona?
El volumen de la oferta de vivienda en venta de una determinada zona es otro indicador que te ayudará a identificar el precio correcto de tu inmueble. El secreto está en averiguar el número de meses de oferta de vivienda en venta con el que cuenta el mercado inmobiliario antes de agotarse. Al mismo tiempo, hay que saber cuál es la presión de la demanda, es decir, si hay mucha gente interesada en comprar en esa zona. El resultado de esta ecuación te permitirá saber cuándo se agotaría la oferta de vivienda en tu zona, en el caso de aparecer nuevas casas en venta.
Si haces reformas, tu casa se revaloriza
Si llevas años viviendo en tu casa es lógico que hayas realizado alguna mejora. Sustituir el suelo de terrazo por tarima, quitar el gotelé, forrar los armarios o actualizar cocina y baño son solo algunos ejemplos. Si estas obras tienen ya unos años, no te van a suponer un retorno de la inversión realizada, pero estos cambios pueden haber revalorizado tu piso, no digamos ya si son reformas recientes. Es importante que tengas en cuenta estas mejoras a la hora de calcular el precio que vas a pedir por tu vivienda.
PER, el método de los profesionales
A la hora de calcular el precio de un activo inmobiliario, los analistas suelen inclinarse por utilizar el método PER (Price Earnings Ratio). Este sistema muestra la relación entre los precios de venta y alquiler, de modo que, si divides el valor de tu casa en venta entre el precio bruto del arrendamiento que obtendrías por él, hallarás su PER. Este resultado representa el número de veces que la renta anual del alquiler se encuentra contenida en el precio de venta. No obstante, debes tener presente que el PER cambia en función de la provincia en la que se encuentre tu vivienda, la zona o incluso el barrio.
Fuente: pisos.com