Puedes pensar que es cuestión de metros cuadrados en la cocina pero no siempre: a veces es simplemente ingenio.
Siempre quisiste una cocina con un espacio para las comidas del día a día, sin tener que utilizar la mesa del comedor. Pero crees que tu pequeña cocina no da para ello, porque no es muy espaciosa. Ojo, que quizás te equivoques: muchas veces instalar una barra en una cocina es más una cuestión de ingenio que de metros cuadrados. Además que, aparte de la barra, hay otras soluciones que permiten tener ese espacio, como las pequeñas mesas plegables que se recogen como si de una puerta de armario se tratase, por ejemplo.
Pero vayamos con las barras: las hay abatibles, que se fijan a la pared, que van con escuadras abatibles para subirlas y bajarlas después de utilizarlas. Las tienes en diferentes materiales y acabados y son de lo más prácticas para cocinas pequeñas.
En función del espacio y de los muebles que tengas, existen distintas alternativas:
Por ejemplo, hay barras que se esconden en mini cajones y módulos y aparecen cuando las necesitas, como por arte de magia. Las hay que caben en módulos de 15 cm, como ves, no hay excusa por el espacio.
Puede ser una parte de la encimera que sobresalga: se trata simplemente de que la encimera sea de la misma anchura que el resto pero que los armarios situados debajo tengan un fondo inferior al resto, y así ganas unos centímetros para los desayunos y las comidas. En ese espacio que ganas en la parte inferior puedes colocar los taburetes.
Barra fijada al lateral de un mueble: en este caso te sirve casi de encimera, que puedes dejar subida de forma permanente si tu cocina es lo suficientemente espaciosa.
¿Tienes ventana y no hay nada debajo? Es el espacio clave para colocarla. Con una balda de 150 cm bajo una ventana o colocada en una pared vacía tienes espacio para tres personas.
Si tienes espacio libre, también puedes probar a prolongar la encimera por una pieza más larga.
Si tu cocina tiene algo más de espacio, puedes poner una pequeña isla con voladizo. Las hay de 150 por 60 cm y las hay de lo más completas, con armarios y baldas en la parte inferior. Es una solución perfecta si quieres utilizarla, por ejemplo, para separar cocina de comedor. Apuesta por los colores blancos, que siempre son más luminosos y dan mayor espacial algo fundamental en habitaciones pequeñas.
Como ves, es más cuestión de ingenio y de darle una vuelta, que de metros cuadrados.
Fuente: Idealista
