Cómo prepararse para las rebajas y no caer en las compras compulsivas
Después de los gastos navideños, el bolsillo se resiente. Por eso las rebajas se interpretan como un gran alivio que ayuda a enfrentar la cuesta de enero con mejor humor. Sin embargo, este esperado momento tiene una cara oculta, ya que los descuentos pueden inducir a las compras compulsivas. Esas ofertas irresistibles son, por tanto, un arma de doble filo. Para no caer en la tentación y acabar quemando nuestra tarjeta bancaria, lo mejor es que nos preparemos y pongamos coto a la euforia consumista. Estos consejos te ayudarán a comprar con cabeza.
No te dejes llevar por la emoción
Nuestro cerebro reacciona ante las rebajas liberando dopamina a espuertas. La química nos predispone a ser felices obteniendo recompensas, por eso las rebajas son tan motivadoras. Este ejercicio de gratificación inmediata es placentero, pero su efecto se diluye rápidamente, volviéndonos a colocar en el mismo lugar y subiéndonos al círculo vicioso del estímulo-respuesta. Además, tras la huida de ese sentimiento de alegría, llega el arrepentimiento y, en muchas ocasiones, el estrés financiero.
Es esencial saber reconocer las señales y activar el mecanismo de la utilidad a largo plazo, algo que conseguiremos haciéndonos las preguntas adecuadas antes de pasar por caja, como por ejemplo:
¿Realmente necesito esto que voy a comprar ahora mismo o puedo esperar?
¿Estoy adquiriendo algo que usaré a menudo o me cansaré de ello enseguida?
¿Me voy a gastar un dinero que me vendría bien emplear en otras cosas que son más urgentes y/o necesarias?
Es cuestión de aplicar la razón, y no la emoción.
Sesgos mentales: nuestros enemigos en rebajas
Las marcas son especialistas en aprovechar todas las técnicas disponibles para incrementar sus beneficios. Cualquier estrategia de marketing que se precie tiene en cuenta la psicología, y más concretamente, los sesgos cognitivos. Caer en estas trampas mentales es muy fácil, e incluso los más fuertes flaquean porque la capacidad de persuasión atrae como un imán. La lista de sesgos es larga, pero estos son algunos de los que más se utilizan en época de rebajas:
Descuento hiperbólico
Como ya hemos avanzado en el anterior punto, la satisfacción inmediata es lo que nos mueve. Priorizar esa recompensa rápida en vez de pensar en el futuro nos lleva a adquirir cosas en caliente, sin pararnos a pensar en si ese beneficio será sostenido en el tiempo. Este sesgo es la base de las rebajas, que son unas fechas donde hay ofertas circunscritas a unas fechas concretas, lo que desata la urgencia y la escasez.
Aversión a la pérdida
Otro sesgo que tiene que ver con la velocidad con la que tomamos decisiones durante las rebajas. Y es que si algo caracteriza al ser humano es que anteponemos lo que podemos perder a lo que podemos ganar. Los descuentos de enero nos avisan de que, si no compramos, vamos a perdernos algo único e irrepetible, y si no aprovechamos la ocasión, nos vamos a arrepentir. Además, la sensación de triunfo que se obtiene es estimulante.
Efecto arrastre
Las rebajas ejercen una enorme presión social. Nos comparamos con los demás, y si la mayoría sale de compras en estas fechas, ¿por qué nosotros no íbamos a sumarnos a la corriente? Ir de rebajas es una actividad que nos conecta con la comunidad, que nos hace parte de algo más grande y nos da seguridad. Además, hay que sumar la ansiedad ante el hecho de estar perdiéndonos algo importante, conocido como síndrome FOMO. Formar parte de la tendencia nos valida socialmente, pues dejamos de estar ausentes.
Trucos para practicar el consumo consciente
La mejor barrera para evitar las compras compulsivas en rebajas es la reflexión personal. Para ser felices no necesitamos tener más, sino tener lo que realmente nos hace falta. Acumular sin ton ni son no nos completa emocionalmente, solo llena un espacio físico en el armario o en una estantería. Estos consejos te ayudarán a desarrollar una estrategia de compras en rebajas basada en aspectos racionales:
1. Crea un listado equilibrado
Seamos sinceros: darse un capricho de vez en cuando no es malo. Para encontrar el punto intermedio, lo ideal es hacer un inventario de necesidades emocionales y funcionales, tratando de que las primeras no eclipsen a las segundas. Ten este listado siempre presente cuando salgas de tiendas o cuando estés navegando online. Por otro lado, esta época del año puede significar una buena oportunidad, tanto para regalarse algo bonito como para adquirir algo que llevabas tiempo buscando, pero vigila las tácticas de las marcas, porque a veces los descuentos no son tan magníficos como parece.
2. Respeta un presupuesto limitado
No hay nada como echar un vistazo a tu cuenta para darte cuenta de hasta dónde puedes llegar en rebajas. Si no tienes el control de tus finanzas, difícilmente lo tendrás de tus emociones. Si has hecho los deberes, seguro que has puesto en marcha técnicas de ahorro como la del 50-20-30, en la que el 50% de tus ingresos cubren los gastos fijos, el 30% los variables y el 20% restante se ahorra. Si tienes objetivos de ahorro a largo plazo y quieres darte un capricho en rebajas, tirarás del 30% mensual, pero si vas a aprovechar las rebajas para hacer un desembolso importante, entonces el gasto saldrá del ahorro acumulado.
3. Practica el autocontrol
Esta habilidad psicológica es muy útil, no solo en épocas de consumismo desatado, sino en cualquier aspecto de la vida. Entrena tu mente para poder plantarle cara a los grandes porcentajes de descuento que decoran los escaparates. La clave está en visualizar las consecuencias de esa compra, por ejemplo, que te será más difícil llegas a fin de mes o que tendrás que echar mano de tu tarjeta de crédito. Si te vas de tiendas y te topas con un chollo (o algo que tiene pinta de serlo), al menos no caigas en el error de comprarlo inmediatamente. Date un día de margen y deja que tu cerebro se calme, lo que se conoce como la regla de las 24 horas.
4. Mindfulness y rebajas
Entrenar tu cerebro para comprar siendo plenamente consciente de lo que estás haciendo es una experiencia muy mindfulness. El peligro de disociar mientras compras debilita tu bolsillo, así que cuando estés mirando artículos de rebajas, trata de analizar cómo te sientes, si eso que vas a adquirir se alinea con tus necesidades y tu personalidad. Practicar el mindfulness en rebajas nos aleja del ruido mental y nos lleva a ese lugar donde somos nosotros mismos, donde tenemos plena confianza y no estamos sometidos a injerencias externas.
Fuente: pisos.com