Analizamos el coste de estos aparatos y qué aspectos influyen en el consumo
Quedan pocos días para la llegada oficial del verano pero hace ya algunas semanas que las temperaturas han alcanzado máximos en varias localidades de nuestra geografía, por lo que en muchos hogares ya se han empezado a encender los aparatos de aires acondicionado.
Si el tuyo es uno de ellos, o bien tienes pensado encenderlo en las próximas semanas y te preocupa su consumo te recomendamos que te quedes a leer este artículo. En él analizaremos cuánto cuesta tener el aire acondicionado encendido cada día y qué aspectos influyen en el consumo. ¡Presta mucha atención!
¿Cuánta energía consume el aire acondicionado?
La energía que consume un aparato de aire acondicionado dependerá de varios factores, como la cantidad de horas que lo tengamos encendido y las horas en sí, debido a los tramos horarios en la factura de la luz aprobados por el Gobierno; la tarifa de luz contratada; el tamaño y las condiciones de la vivienda (como por ejemplo si dispone de un buen aislamiento térmico); el tipo de clima de nuestra localidad; y la eficiencia del aparato en sí, entre otros.
En el mercado cada vez hay más tipos de sistemas de climatización, que permiten satisfacer las necesidades de todos los usuarios; incluso, existen aparatos de aire acondicionado decorativos que, además de enfriar la vivienda, aportan un toque distinto a las estancias.
Pero no sólo ha primado la estética: los aparatos son cada vez más eficientes, lo que hace que consuman menos energía y, en consecuencia, que podamos abaratar la factura de la luz. Por lo tanto, si aún no tenemos aire acondicionado en casa o bien nos estamos planteando cambiar el que ya tenemos por uno nuevo, es importante que nos decantemos por uno eficiente.
Cómo calcular el consumo del aire acondicionado
El consumo de energía de cualquier electrodoméstico o aparato se calcula en función de su potencia; sin embargo, en el caso del aire acondicionado este cálculo varía un poco. Y es que, si bien debemos tener en cuenta la potencia eléctrica de entrada para hacerlo funcionar, también debemos calcular su potencia térmica, que es la capacidad que tienen para enfriar (o calentar, en el caso de que dispongan de bomba de calor). Veamos en qué se diferencian, para poder calcular su consumo.
Qué es la potencia eléctrica
La potencia eléctrica de entrada es el volumen de electricidad que se necesita para encender el aparato de aire y para mantenerlo en funcionamiento de forma continuada. Se mide en vatios (W). Los sistemas de climatización domésticos suelen consumir entre 500 W (cuando están al mínimo) y 1.500 W (al máximo).
En las facturas de la luz se muestra el consumo en kWh (kilovatios por hora), por lo que para conocer el de nuestro aparato de aire acondicionado deberemos dividir la potencia eléctrica por 1000. Es decir, el consumo de una hora será de entre 0,5 kWh y 1,5 kWh.
Qué es la potencia térmica
Por su lado, la potencia térmica es la cantidad de frío o calor que un determinado aparato de climatización puede llegar a producir, y que se indica también en las instrucciones de cada modelo. La más habitual es la potencia térmica en kilovatios (kW), y deberá sumarse a la potencia eléctrica de entrada, para calcular el consumo. Cuanta más potencia térmica tenga un aparato, más capacidad tendrá para enfriar o calentar una estancia.
De media, un aparato de aire acondicionado tipo suele consumir unos 1000 vatios, o lo que es lo mismo, 1 kWh de la potencia de luz que tenemos contratada en nuestra vivienda. Eso contando la potencia eléctrica y la potencia térmica.
Como sabemos, el coste de la electricidad varía en función de la potencia contratada, la compañía eléctrica suministradora y la franja horaria, por lo que al calcular el consumo del aire acondicionado deberemos tener en cuenta que influyen muchas variables.
Ejemplo de consumo de aire acondicionado:
Supongamos que nuestro aparato de aire acondicionado consume 1000 Wh y que cada día lo usaremos una media de 4 horas.
En nuestra factura de la luz, en el apartado “energía consumida” aparecerá el precio que pagamos por cada KW, que supongamos que es 0,30 €/kWh. Es decir, por cada hora que usemos el aparato pagaremos 0,30 euros.
Eso significa que si lo encendemos una media de 4 horas diarias pagaremos 0,30 x 4; eso es, 1,2 euros diarios, y unos 36 euros mensuales, de media.
0,30 €/kWh x 4 horas diarias = 1,2 euros al día (36 euros mensuales)
A éstos habrá que añadir el impuesto de electricidad, que variará en cada caso, según la potencia contratada y la energía consumida, y el IVA, del 21%, sobre el total de la factura.
Fuente: Fotocasa.es
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