El mercado de las casas industrializadas está experimentando un crecimiento notable en España, y se espera que el número de constructoras especializadas pase de las actuales 40 a 120 en los próximos seis años, según datos de compañías como ‘Aquí tu reforma’. Este incremento responde a una creciente demanda de soluciones habitacionales más rápidas, sostenibles y accesibles, en un contexto marcado por la crisis de vivienda y el encarecimiento del mercado inmobiliario tradicional.
Mientras que en países como Suecia este tipo de construcción representa el 100% de las viviendas nuevas, y en otros como Alemania o Reino Unido ocupa entre un 8% y un 15%, en España el porcentaje aún es bajo, apenas el 2%. Sin embargo, la tendencia apunta a un cambio significativo, a medida que las constructoras apuestan por este tipo de edificaciones que ofrecen ventajas tanto en tiempo como en coste.
Solución ante la crisis de vivienda
El contexto actual en España, caracterizado por una subida generalizada de precios y la falta de oferta en las grandes ciudades, está empujando a muchos ciudadanos a considerar alternativas como las casas industrializadas. Estas viviendas, fabricadas en gran parte fuera del lugar de construcción y ensambladas rápidamente en el terreno, pueden reducir los tiempos de ejecución de dos años a seis meses, un factor clave para quienes buscan una vivienda más rápida y económica.
La creciente popularidad de las casas industrializadas no solo se explica por la rapidez de su construcción, sino también por su versatilidad y sostenibilidad. La posibilidad de personalizar los diseños y la utilización de materiales que minimizan el impacto ambiental están atrayendo a nuevos segmentos de la población, especialmente a aquellos interesados en proyectos de autopromoción y que buscan una solución a medida.
Un sector en expansión
Con previsiones de un fuerte crecimiento, las constructoras y plataformas que operan en este nicho están acelerando su expansión en el territorio español. Actualmente, la colaboración entre empresas del sector busca facilitar la entrada de nuevos actores al mercado y agilizar los procesos de planificación y construcción de este tipo de viviendas. Las previsiones indican que el número de empresas dedicadas a la construcción de casas industrializadas se triplicará en los próximos seis años, una señal clara de que este modelo de vivienda está dejando de ser marginal para convertirse en una opción cada vez más mainstream.
Entre las iniciativas que impulsan este crecimiento destaca el apoyo a licenciatarios y pequeños constructores para que ofrezcan estas soluciones, así como acuerdos con plataformas especializadas en autopromoción inmobiliaria, lo que permite a los ciudadanos gestionar la construcción de sus viviendas de manera más autónoma y flexible.
El futuro de la vivienda en España
Ante el crecimiento proyectado, el sector de las casas industrializadas se perfila como una de las alternativas más prometedoras para aliviar la crisis de vivienda en España. Aunque el mercado aún es incipiente, las expectativas son optimistas, tanto para los consumidores que buscan escapar de la especulación inmobiliaria, como para las constructoras, que ven en este modelo una vía para optimizar sus procesos y aumentar su rentabilidad.
El desarrollo de este mercado supone un cambio de paradigma en la forma en que los españoles entienden y adquieren vivienda. Si bien el crecimiento ha sido lento hasta ahora, los próximos años podrían marcar un punto de inflexión, con más constructoras especializadas y una oferta más diversificada que permita a más personas acceder a su propio hogar de forma más rápida y económica.
En resumen, el mercado de las casas industrializadas en España está al borde de una expansión sin precedentes. A medida que las constructoras se sumen a esta tendencia y las soluciones se adapten a las necesidades de los ciudadanos, se espera que este tipo de vivienda gane terreno frente a los modelos tradicionales, aportando no solo rapidez y eficiencia, sino también sostenibilidad y personalización en el proceso de construcción de hogares.
Fuente: Idealista