Cada día que pasa, cada uno de nosotros genera 1,2 kg de residuos urbanos. Casi media tonelada al año. Es una cifra brutal que recoge el Instituto Nacional de Estadística en un informe que también destaca que sólo se reciclan el 40% de los residuos. El resto se queman o se tiran en vertederos, generando un impacto ambiental alarmante.
¿Cómo podemos contribuir cada uno de nosotros a mejorar esta situación y hacer un planeta mejor para las próximas generaciones? La solución está en casa, pero, para empezar, retén las siguientes tres ideas:
1. El mejor residuo, el que no se genera
Prescinde totalmente de las bolsas de plástico e intenta utilizar las mínimas bolsas posibles de papel. Quédate con las grandes bolsas reutilizables de ratán para hacer las compras en los supermercados. Compra productos a granel y reutiliza recipientes de vidrio o plástico tanto como puedas.
2. Separa todos los residuos
Esto garantizará que absolutamente todo se pueden reciclar. Debes separarlos en cinco categorías:
Residuos orgánicos: restos de comida, cáscaras de frutas, vegetales, restos de café, entre otros.
Papel y cartón: papel de oficina, periódicos, revistas, cajas de cartón y cartones de huevos.
Plástico: botellas, envases, bolsas y otros productos de plástico de un solo uso.
Vidrio: botellas, frascos y otros contenedores de vidrio.
Residuos peligrosos y especiales: pilas, baterías, bombillas, aparatos electrónicos y productos de limpieza.
3. Escoge y organiza los contenedores
Usa cubos de diferentes colores o etiquetas para cada tipo de residuo. Colócalos en un lugar accesible en la cocina o en un área de fácil acceso para toda la familia. Asegúrate de que todos entiendan cómo separar los residuos y sepan la importancia de hacerlo correctamente. Puede ayudar si incluyes un pequeño cartel o recordatorio cerca de los contenedores. Limpiar los contenedores regularmente evita olores y contribuye a una mayor comodidad en la separación de residuos.
Innovaciones tecnológicas para mejorar la gestión de residuos
Además de los contenedores básicos, están apareciendo tecnologías y dispositivos que pueden ayudar a hacer de la separación de residuos un hábito más eficiente.
Cubos inteligentes
Existen contenedores de basura inteligentes con sensores que identifican el tipo de residuo y lo clasifican automáticamente gracias a sensores, cámaras y el uso de Inteligencia Artificial. Estos contenedores urbanos están en funcionamiento en varias ciudades, pero ya hay algunas marcas que están desarrollando sistemas similares para uso doméstico. Su salida al mercado sólo está a la espera de conseguir reducir el precio de cada unidad.
Trituradoras de residuos orgánicos
Estos dispositivos convierten los restos de comida en abono o polvo seco, facilitando la reducción de residuos orgánicos. Las trituradoras reducen muchísimo los desechos, ahorrando espacio de cubos y el uso de bolsas de plástico.
Además, el abono resultante puede reutilizarse como abono natural para plantas o hueros urbanos. También reduce los malos olores y la atracción de plagas como insectos y roedores. Su precio es a partir de los 200€.
Recicladores domésticos de plástico
Otra innovación tecnológica que se está trasladando del ámbito industrial al doméstico. Se trata de aparatos compactos que permiten triturar y fundir plástico en casa para crear nuevos objetos, ayudando a reducir el volumen de plástico desechado. Aquí el reto es conseguir minimizar no sólo el precio, sino también el consumo de energía necesaria para poder fundir el plástico y convertirlo en filamento de impresión 3D que se pueda utilizar o revender.
Apps para resolver dudas sobre reciclaje
¿A qué contenedor tirarías un plato de cerámica roto? ¿Y un trozo de papel de aluminio? ¿Y una servilleta de papel usada? Spoiler: la respuesta es, muy probablemente, muy distinta a la que imaginas. Y es que a menudo nos asaltan dudas sobre a qué contenedor debe ir cada residuo. La solución es muy simple: descarga en tu móvil la app Recycle Coach. Te permitirá, haciendo una fotografía desde el teléfono, saber a qué contendor debes tirar el residuo.
Opciones para comunidades de vecinos
También existen sistemas de reciclaje avanzados pensados para comunidades de vecinos comprometidas con el medio ambiente.
Estos son los más destacados:
Compactadores de basura
Los compactadores de basura ayudan a reducir el volumen de residuos, comprimiéndolos para que ocupen menos espacio. Se utilizan en edificios con alta densidad de residentes y pueden instalarse en espacios compartidos como sótanos o áreas de servicio.
Ventajas: disminuye la frecuencia de recogida de residuos, reduce los costes de transporte y facilita el almacenamiento temporal.
Desventajas: alto consumo de energía y posibles problemas de mal olor si no se mantienen adecuadamente.
Sistemas de recolección de residuos por succión
Este sistema es uno de los más avanzados y consiste en una red de tuberías subterráneas que transporta los residuos desde el edificio hasta una planta de tratamiento o punto de recolección centralizado. Los residuos se recogen por succión, eliminando la necesidad de camiones de basura.
Ventajas: reducción del tráfico de vehículos de recogida, menor impacto ambiental y mayor higiene al evitar la exposición de residuos.
Desventajas: altos costes de instalación y limitaciones para su implementación en edificios ya construidos.
¿Cuáles son las ciudades españolas que más reciclan?
¿Y tu ciudad? ¿Es de las más o menos comprometidas con el reciclaje?
Estas son las 10 ciudades de España con mayor y menor éxito en la gestión de los residuos según un estudio reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Fuente: Pisos.com
