A menos que uno sea un absoluto enamorado de los detalles y de la decoración, seguramente la grifería no estará entre las prioridades a la hora de reformar el baño. En todo caso, no debes subestimar la elección de los accesorios del baño y mucho menos de los grifos de la ducha o el lavabo, que se abren a diario muchas veces. Uno de los mayores errores que se cometen es el de tratar de ahorrar algo del presupuesto en grifería. Sí, sabemos que las de calidad son caras, pero merece la pena gastarse algo de dinero en ellas. Además, los grifos del baño son el complemento decorativo perfecto.
A poco que te guste la decoración, sabrás que en los últimos tres o cuatro años hemos pasado de la moda de los acabados en negro mate a preferirlos en latón, que son el no va más en 2025 y le dan al baño una nota elegante. En este artículo te contamos qué cuatro preguntas deberías hacerte antes de elegir los grifos del baño para no arrepentirte al poco tiempo.
¿Cuánto dinero me gasto en los grifos del baño?
Pues, en realidad, deberías dedicarles un buen pellizco de tu presupuesto. Piensa que tanto el grifo del lavabo como el de la ducha están sometidos a bastante presión; es decir, los abrimos y cerramos diariamente decenas de veces. Desde ya te decimos que lo barato aquí no funciona. Además de por aspectos prácticos, un grifo barato seguramente perderá el brillo o se descascarillará antes y deberás cambiarlo, lo que al final resultará más caro. Marcas como Grohe, Duravit, Kohler, Delta, Roca, Hansgrohe o Laufen, entre otras, tienen grifos de calidad. Grosso modo, no deberías gastarte menos de 100 € por grifo.
¿Cómo sé que el grifo es bueno?
¿Cómo sé que el grifo que he comprado es de buena calidad? La primera respuesta es obvia. Elige siempre un fabricante o un proveedor que garantice la calidad y que te ofrezca una amplia garantía. En general, un grifo de acero inoxidable es garantía de durabilidad y resistencia (fíjate en el tipo de serie y en su resistencia a la corrosión). Ahora también los hay acabados con pintura epoxi. Además, valora otras cuestiones, como la facilidad para ajustar la temperatura del agua y el caudal o si va a requerir de excesivo mantenimiento, por ejemplo.
¿Es buena idea que todos los grifos sean iguales?
La respuesta es sí. ¿Por qué? La razón fundamental es que como solemos tener cuartos de baño pequeños, todo se ve al primer vistazo y tener una grifería diferente en el mueble del baño y en la ducha no es de lo más estético. Así que, ya sabes, mejor a juego y siempre del mismo fabricante para evitar diferencias. Además, la alcachofa también debería ser del mismo material y fabricante que los grifos. Con el resto de accesorios puedes ser más creativo y buscar acabados que combinen con los de la grifería que hayas elegido.
¿Cómo debo limpiar el grifo?
Un último punto importante es el que tiene que ver con el cuidado y mantenimiento de la grifería. ¿Cómo limpiarla para extender su vida útil al máximo? Aunque pueda parecerte tedioso, una buena idea es pasar un trapo suave con una solución jabonosa después de duchase o lavarse los dientes para evitar que la cal haga de las suyas y estropee el mecanismo o se ‘coma’ el acabado. Además, así evitarás también que se queden huellas sobre el grifo.
Fuente: Idealista