La hipoteca es un producto financiero muy popular entre quienes piensan en comprar una casa. Pero no son solo la ‘llave’ para que futuros propietarios puedan hacerse con una vivienda. La fidelización de clientes o la garantía de ingresos sostenidos a lo largo del tiempo a través de intereses también forman parte de los atractivos de estos préstamos desde el punto de vista de las entidades financieras.
Precisamente, esas entidades de nueva generación, los llamados neobancos, parecen haber encontrado en estos productos una nueva línea de negocio. Caracterizados por su enfoque digital y su versatilidad, son una alternativa a los bancos convencionales que, a menudo, se perciben como más rígidos y lentos. ¿Es este enfoque moderno algo que juega a favor o en contra a la hora de confiar en ellos algo tan trascendental como la contratación de una hipoteca?
Neobancos vs. bancos tradicionales
Realizar todo tipo de gestiones a través de Internet se ha convertido en algo cotidiano. Ese es uno de los principales atractivos de los neobancos frente a los bancos convencionales. La ausencia de sucursales físicas les permite reducir sus costes operativos y ofrecer servicios competitivos apoyados por aplicaciones móviles intuitivas, procesos ágiles y un enfoque centrado en el cliente. Simplificar las operaciones mejora la velocidad de gestión, trasladando además una imagen de mayor transparencia en las tarifas.
Por otro lado, aunque los neobancos comenzaron centrándose en servicios básicos como cuentas corrientes, tarjetas o depósitos con interesantes rentabilidades, algunos de ellos han empezado a expandir su oferta hacia productos más complejos. Las hipotecas están en la diana de esa expansión, aunque no todas las entidades financieras de nueva generación cuentan con ofertas hipotecarias.
De hecho, la digitalización del sector bancario supone, en muchos casos, un hándicap para la contratación de hipotecas. Apenas un 28% de las entidades -convencionales o no- permite realizar online la mayor parte del proceso hipotecario, según señala el Informe anual sobre el estado de la digitalización hipotecaria en la banca española en 2024. Pese a ello, el estudio distingue entre banca tradicional, online, neobancos y cajas de ahorro, siendo la banca online la que sale mejor parada, anotando un 57% en términos de alta digitalización hipotecaria. Lo incipiente del desarrollo de la oferta hipotecaria en el caso de los neobancos hace que estos aún tengan que coger velocidad para alcanzar el nivel de sofisticación en sus procesos que ofrece su competencia más directa.
Hipotecas y neobancos
Las diferencias entre los neobancos que cuentan con oferta hipotecaria y la banca tradicional empiezan en la experiencia del cliente. Las entidades financieras más modernas apuestan por una interacción completamente digital que, por lo general, agiliza el proceso que, prácticamente en su totalidad, puede completarse a través de Internet. Esta circunstancia resulta especialmente atractiva para aquellos que están familiarizados con las nuevas tecnologías aunque encuentra cierta resistencia entre los usuarios más conservadores, esto es, aquellos que prefieren el trato humano y la posibilidad de resolver dudas cara a cara.
Otra distinción importante tiene que ver con el enfoque. Los bancos convencionales suelen tener una oferta hipotecaria más amplia y personalizada, ya que cuentan con una infraestructura y experiencia de décadas en este ámbito. A partir de ahí, son capaces de atender casos complejos o clientes con perfiles financieros más diversos. Los neobancos, por su parte, tienden a priorizar la simplicidad y la estandarización.
Esta cuestión puede resultar intrascendente para perfiles financieros sólidos que buscan un proceso rápido y sin complicaciones. Sin embargo, también puede ser un obstáculo para aquellos con ingresos irregulares, antecedentes crediticios complejos o necesidades específicas. Dicho de otro modo, la naturaleza virtual de este tipo de entidades limita la capacidad de negociación y, aunque puede haber excepciones, lo habitual es que trabajen con condiciones fijas difícilmente negociables.
Si hablamos de condiciones, lo cierto es que la oferta virtual es similar -en lo que a intereses se refiere- a la banca tradicional. Sin embargo, algunas de las propuestas pueden ganar atractivo por otras vías. Incluir menos comisiones o bonificadores del tipo de interés, por ejemplo, pueden llegar a suponer un ahorro considerable para los usuarios.
Contratar o no contratar
No existen fórmulas universales para decidir si merece la pena contratar una hipoteca con un neobanco. En la práctica, la decisión depende en gran medida de las necesidades y circunstancias de cada cliente. ¿Buscas un proceso rápido y completamente digital? Entonces los neobancos pueden ser una opción interesante. ¿Valoras más el trato directo con el cliente? ¿Necesitas flexibilidad en las condiciones? ¿Tienes un perfil financiero menos convencional? Entonces es posible que un banco tradicional sea más adecuado.
En cualquier caso, antes de tomar una decisión compara ofertas y lee la letra pequeña. No te quedes solo con el presente. Piensa más allá. Asegúrate de que el producto elegido se adapta a tus necesidades presentes y futuras.
Fuente: pisos. com