Tras realizar la división física del inmueble, será necesario contar con una nueva escritura pública que recoja la nueva realidad de la vivienda. Se trata de un requisito obligatorio para poder modificar la referencia catastral de las casas en el Registro de la Propiedad.
Ahora bien, ¿qué aspectos cambiarán una vez haya finalizado el proyecto de obra? ¿Qué cambios notarán los titulares que han separado una finca en dos inmuebles?
1. Los impuestos a abonar por las dos viviendas:
Hay que tener en cuenta que existen una serie de impuestos y gastos que se pagan de forma individual por vivienda. Es el caso de las tasas municipales en concepto de alumbrado público, basuras, alcantarillado, etc.
También se producirá una modificación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), en este caso se devengarán dos nuevas cuotas como resultado de las nuevas referencias catastrales de las viviendas resultantes tras la segregación.
2. El pago de suministros en ambas casas:
Cada vivienda contará con sus propias facturas de suministros: electricidad, gas, agua corriente, etc. El proyecto debe ser aprobado por la autoridad local competente y supone la división de los gastos, lo que cobra especial relevancia si quiere vender o alquilar la nueva vivienda.
3. Doble cuota de la comunidad:
La Junta de propietarios, además de aprobar la reforma de segregación de vivienda, debe tener en cuenta la nueva estructura de las casas resultantes. Este cambio exige que se redistribuyan las cuotas de la comunidad.
Fuente: Fotocasa.