Rehabilitan esta casa tradicional en Normandía con materiales 100% ecológicos
El estudio Anatomies D’Architecture ha desarrollado este proyecto, denominado Le Costil, en la localidad normanda de Sap-En-Auge. No ha usado ni hormigón ni plástico
De un tiempo a esta parte, muchos estudios de arquitectura trabajan proyectos ecológicos para la restauración de viviendas tradicionales o para casas de nueva planta. Para ello, emplean materiales 100% naturales y la materia prima la transportan desde lugares no más lejanos de 100 km.
En todos estos valores se basó el estudio Anatomies D’Architecture para desarrollar el proyecto denominado Le Costil. Se trata de la rehabilitación de una arquitectura tradicional de Normandía en una moderna vivienda ecológica.
Principios ecológicos
Le Costil es el nombre con el que ha denominado la cooperativa Anatomies D’Architecture a su proyecto de rehabilitación de una vivienda tradicional de ladrillo situada en la localidad normanda de Sap-En-Auge. La transformación de la antigua casa, de 83 m2, se ha desarrollado durante dos años, siendo inaugurada a finales de 2022.
La idea primordial con la que se basó el estudio fue la realización de un proyecto completamente ecológico. Para ello, se basaron en dos aspectos. Por una parte, los objetivos de construcción, donde se ha usado un 0% de hormigón, un 0% de plástico y un 100% de materiales naturales, los cuales se han adquirido en un radio menor a los 100 km.
Por otra parte, la relación con el entorno social. Este aspecto se ha desarrollado a través del contacto con los habitantes de Normandía, donde se ha querido recibir la sabiduría y los valores tradicionales de la artesanía y la construcción, para reflejarlos en la propia casa. Así, se han empleado prácticas ancestrales y relaciones de proximidad entre los numerosos oficios relacionados, como agricultores, leñadores, aserradores, canteros, albañiles, historiadores o voluntarios.
Materiales de km 0
La cuestión de los materiales, bajo los principios ecológicos seguidos, fue lo que más se tuvo en cuenta para el desarrollo del proyecto, tanto en su proximidad como en la reutilización de elementos ya existentes.
Los materiales fueron traídos de lugares situados en un radio aproximado de 100 km de Le Costil. Así, por ejemplo, se han empleado troncos de robinia para los cimientos de madera, situados a 30 km de la vivienda; madera bruta de douglas para toda la estructura del edificio, situada también a 30 km de distancia; o cáñamo de cortocircuito para el aislamiento biobasado, y corchos reciclados para el aislamiento imputrescible, ambos a 45 km.
Tan solo los “ganivelles” de castaño para el revestimiento bioclimático estaban situados más allá de los 100 km, en concreto, 120 km. Por otra parte, la tierra bruta local para el relleno y los revestimientos, así como el heno, el sílex o el estiércol fueron recogidos de los alrededores de la vivienda.
En lo referente al reciclaje de materiales ya existentes, debe destacarse la reutilización de algunos ladrillos de terracota del edificio original. Estos fueron empleados en una terraza siguiendo la técnica tradicional de Calade, cuyo método se basa en no usar mortero ni cola para, así, evitar la impermeabilización de los suelos.
Esta reutilización de los materiales conllevó una ardua tarea de rehabilitación, limpieza y colocación mediante el calzado. Los elementos que se recuperaron fueron 1.100 ladrillos, 800 baldosas y 400 azulejos.
Conectando la casa con el entorno
Junto con los principios ecológicos de la vivienda, se encuentra la búsqueda de la proximidad, no solo en los materiales, tradiciones y oficios autóctonos sino también en la conexión del edificio con su propio entorno, buscando soluciones sostenibles y locales.
Así, según palabras de la propia cooperativa, el objetivo de la vivienda no era crear una estructura aislada sino “reconectar [el] hábitat con su territorio, teniendo en cuenta sus particularidades y recursos: clima, geografía, historia, patrimonio construido, materiales locales, técnicas de construcción regionales”.