Seis aspectos a tener en cuenta si quieres reformar una vivienda para alquilar
Comprar una vivienda y ponerla en alquiler es, sin duda, una alternativa de futuro si se está pensado en rentabilizar los ahorros, si se quiere invertir en una herencia o si se ha tenido un golpe de suerte. Muchas de las viviendas salen al mercado del alquiler sin ningún tipo de mejora o acondicionamiento, lo que en ocasiones puede dificultar su alquiler o incluso reducir el beneficio esperado. Masteos ha reunido siete aspectos a tener en cuenta si quieres reformar una vivienda para alquilar.
Pero, ¿cuándo merece la pena reformar un piso que queremos destinarlo al alquiler? y ¿qué debemos reformar? Estas son las preguntas que se hacen muchos compradores que buscan rentabilizar sus ahorros invirtiendo en inmuebles para arrendar. Para responderlas hay que tener en cuenta varios factores, como la antigüedad del propio inmueble, el estado del mismo y el tipo de alquiler al que queramos destinar el inmueble. En la mayoría de los casos unas reformas básicas nos permitirán no sólo un alquiler mensual más alto, sino que además podamos alquilarlo más rápido y por más tiempo.
Lo mejor es que no siempre tienen que ser obras importantes o una reforma integral. De hecho, la mayoría de las veces se trata de reformas parciales o pequeñas adecuaciones de bajo presupuesto, que pueden lograr que el valor de nuestro inmueble reformado aumente entre un 20 y un 30%. Estos son los seis aspectos a tener en cuenta:
1.¿Alquiler para estudiantes o para una familia?
Antes de acometer una reforma es imprescindible tener en cuenta el tipo de alquiler al que se va a destinar la vivienda. No es lo mismo un piso de alquiler para estudiantes o turístico, donde habrá una mayor rotación de inquilinos que un alquiler de larga duración, donde los detalles y acabados del inmueble pueden desempeñar un papel fundamental.
2.Más vale prevenir que curar
Antes de invertir en una vivienda, debemos conocer cuál es el estado real de la misma. Y en esto el asesoramiento de un profesional es clave. Lo primero de todo es revisar la estructura, las instalaciones eléctricas, fontanería y de gas del inmueble para evitar problemas en el futuro. “A la hora de realizar una reforma, lo primero es revisar su esqueleto, su estructura. Después la pondremos bonita”. De nada vale renovar un plato de ducha o unos azulejos si no se han revisado las tuberías y luego aparecen goteras, humedades o filtraciones.
3.Salón, cocina y baño, las estancias claves
Una vez que la estructura de la vivienda está lista, debemos centrarnos en el salón, la cocina y el baño. Estas son las tres estancias clave a la hora de alquilar una vivienda, por lo que una potencial reforma o rehabilitación de las mismas revalorizarán mucho el inmueble. Y no siempre se necesita hacer grandes obras ni destinar un gran presupuesto; en ocasiones se pueden acometer pequeñas intervenciones, más económicas, que darán un aspecto actual y renovado a la vivienda. Acciones que ayudarán a que esta entre por los ojos de nuestros potenciales inquilinos.
En la cocina, esmaltar o vinilar los muebles, cambiar la encimera para que tenga un look más actualizado o pintar los azulejos y el suelo en vez de realizar un nuevo alicatado y solado son buenas opciones; en el baño, renovar los sanitarios si están antiguos, o incluso eliminar el bidé para ganar algún metro; en el salón retirar el gotelé por papeles pintados que den más luminosidad y frescura a la vivienda, acuchillar y barnizar el parquet para que parezca nuevo, lacar de blanco las puertas o renovar los rodapiés son opciones que, con poco gasto, mejoran mucho la imagen de una vivienda.
4.Mejorar la eficiencia energética
Reducir la factura energética es una prioridad no solo para los propietarios, sino también para los inquilinos. En ocasiones, una mera revisión de la caldera o de los sistemas de refrigeración, o un simple cambio de ventanas o de cerramientos puede permitirnos aislar de forma radical la vivienda no solo del frío y del calor, sino también de los ruidos. Y además, muchos propietarios pueden verse beneficiados de las ayudas de los fondos Next Generation de la UE para la rehabilitación.
Otra forma más sencilla de reducir el gasto energético y hacerlo más sostenible es cambiar las bombillas por luces led. Si a esto se le añade la renovación de interruptores y de algunas luminarias de bajo consumo y de estilo más actual, harán que la casa parezca otra.
5.¿Una nueva distribución?
Revalorizar la vivienda y la rapidez del tiempo para alquilar no es proporcional al número de habitaciones, sobre todo si son muy pequeñas, aunque siempre hay que tener en cuenta el tipo de alquiler elegido. En general, menos espacios dan más sensación de amplitud y luminosidad y, a veces, incorporar la terraza o la cocina al salón si esta es pequeña pueden ser acciones claves que nos permitan alquilar un inmueble en días o incluso en horas.
6.¿Amueblado o sin amueblar?
Muchos arrendatarios se resisten a destinar un presupuesto extra para amueblar la vivienda que quieren alquilar. De nuevo, el destino que queramos dar al inmueble será crucial porque en el caso de un piso para estudiantes será imprescindible, mientras que en uno de larga duración no tiene por qué ser tan determinante, ya que muchos inquilinos prefieren amueblarlo a su estilo o con los muebles que ya tienen.
Aunque en España la oferta de viviendas sin amueblar es lo más habitual, hay que tener en cuenta que los pisos amueblados tienen menos competencia y que si se hace con piezas actuales con un estilo cómodo y funcional, el inmueble puede tener una salida más rápida.
Fuente: Idealista