Siete razones por las que comprar y vender una casa en agosto es una buena idea.

Siete razones por las que comprar y vender una casa en agosto es una buena idea.

Agosto, buscas piso o quizás quieres poner tu propiedad en venta: “un mal mes para cerrar una operación”, dicen algunos. Una idea instalada en muchos compradores y vendedores, que sin embargo no se corresponde con la realidad. El mercado de vivienda se agita en el mes más vacacional, que además ofrece ventajas añadidas para salir en busca de la casa ideal como una mejor atención de los agentes inmobiliarios, perfiles compradores muy maduros y mayor margen de negociación para el comprador.

En agosto de 2022 se cerraron 42.634 operaciones, 8.526 más que en 2020 (mes en que se vendieron 34.108), según la base de datos de Evolución de compraventa de viviendas, del Consejo General del Notariado. Si retrocedemos en la estadística a 2008, muestra un global para sus 31 días de 28.100 operaciones.

Lo mismo ocurre si aterrizamos los datos en mercados de referencia como el madrileño o el andaluz. En agosto de 2022, en la comunidad de Madrid se vendieron 3.905 viviendas frente a las 1.752 de 2008. En el caso de Andalucía, fueron 8.984 el pasado agosto frente a las 6.047 en 2008. Datos que invitan a desterrar ideas preconcebidas, el mercado inmobiliario de agosto crece, y cada vez más. 

“Yo llevo casi 30 años en el sector, y ha cambiado mucho el verano de antes con respecto al de ahora”, explica Nora García, CEO de Inmobiliaria Igarka en Valencia y presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunidad Valenciana (Ascival): “Antes, en el mes de agosto se paraba todo, ahora es muy diferente, aunque baja un poco, pero hay actividad: menos movimiento, pero de más calidad”.

Comprar en agosto: cuatro razones para una buena idea

Analizamos las ventajas de comprar en agosto en un año en que los precios podrían cerrar con una subida superior al 2%  y del 1,1% en 2024, según una reciente valoración de Caixabank Research.

Más y mejor tiempo para tomar la decisión

Un aspecto en el que coinciden los expertos del sector inmobiliario consultados, cuya importancia quizás no se valora en la justa medida, es la tranquilidad de buscar y decidir una compra tan significativa en unas semanas de relax como las vacacionales. “Nunca tenemos más tiempo disponible que durante nuestras vacaciones, y además la cabeza está más despejada de preocupaciones” explica García, “por lo que me parece un excelente momento para tomar una decisión tan importante”.

Un buen mes para evaluar la propiedad

La luz de agosto y las horas de luminosidad permiten valorar la propiedad con más garantías y durante más horas del día. Del mismo modo, valorar jardines, piscinas o canchas deportivas en un momento de pleno funcionamiento.

Juan José Jareño, gerente de oficina de Look and Find Moratalaz (Madrid) desde 1998, considera que “por muy bonita que sea la propiedad, no es lo mismo verla lloviendo que con buen tiempo. Además tienes la oportunidad de valorar las zonas comunes de la comunidad. Al final, toda esa puesta en escena, es muy favorable para que el comprador tome la decisión acertada”.

Mayor dedicación del agente inmobiliario

“A menos volumen de trabajo, mayor y mejor atención al cliente”, continúa Jareño, “tienes más tiempo y más disponibilidad para enseñar propiedades porque muchos vendedores nos dejan sus llaves, lo que permite ver la casa con gran tranquilidad”. 

Otra de las ventajas de comprar en agosto es disfrutar de un mejor servicio del agente inmobiliario. Al bajar el número de interesados en las semanas de agosto, los agentes aseguran abordar con más detenimiento la selección de las propiedades a visitar, y la dedicación a cada una de las visitas programadas.

Tranquilidad que no se vive en las localidades de costa, donde la compraventa de vivienda vacacional vive su mes más efervescente. Para Pol Fontes, director comercial de Gilmar, red de intermediación inmobiliaria con amplia presencia en la Costa del Sol y Málaga, “es un mes de mucho contacto con el usuario, de mucha visita. En agosto los profesionales de la vivienda vacacional entramos en contacto físico con el cliente mientras que en el resto del año hay más trato a distancia, y ello nos ayuda a entenderle mejor y mostrarle un producto más seleccionado. Por eso es común que en los meses siguientes, tras estudiar la operación con su banco y asesores, tomen la decisión de comprar la propiedad vista en agosto. Nuestra recomendación cuando está decidido, es que sea ágil en su decisión si quiere asegurar esa vivienda”.

Propietarios abiertos a negociar

Una ventaja añadida para la compra estival de pisos en los mercados más urbanos, es que ante un menor movimiento de la demanda, el vendedor que recibe una oferta que considere ‘valorable’ suele ofrecer mayor disponibilidad a bajar el precio.

“No es una norma, pero es un mes en el que el vendedor no quiere perder el tiempo, y eso le predispone a ser más negociador en el precio que el resto del año”, afirma Jareño. Algo que ocurre justamente al revés en los mercados vacacionales, “sus expectativas suben”, dicen desde Gilmar: “Cuando llega el momento hay que hacer una labor de equilibrio para hacerles ver la realidad, lo que no siempre es fácil”.

Vender en agosto: tres poderosas razones

La compraventa de una vivienda nunca se produce sin el encuentro entre la demanda y la oferta. Por eso conviene saber si hay factores que favorecen la venta en un mes tradicionalmente considerado de transición por muchos vendedores.

Menos competencia

Es la razón más evidente. Aunque la estadística notarial certifica el incremento de las compras de viviendas en agosto, es cierto que la oferta se relaja con la canícula disminuyendo la cartera de pisos disponibles en las agencias y portales. Situación que en los mercados más urbanos favorece a quién tiene presencia, ya que porcentualmente tiene más posibilidades de ser el elegido durante estas semanas. 

Propuestas de mayor calidad

Toca ahora señalar la que sin duda es la mayor ventaja de vender en agosto. “La gente que en sus vacaciones se dedica a visitar viviendas es porque realmente está interesada, la necesita. Aunque las inmobiliarias procuramos filtrar mucho durante todo el año para no hacer visitas innecesarias, en verano se detecta un interés real de compra en la mayoría de los interesados”, explica García desde Valencia.

Desde Marbella, Fontes aconseja que en agosto el vendedor debe visibilizar su propiedad al máximo: “Tanto el comprador nacional como el extranjero hacen una prospección preliminar del mercado previa, pero es durante el verano, y especialmente en agosto como mes de mayor afluencia, cuando vienen a verlas para hacer efectivas las ideas que tienen en la cabeza. Si quieres estar en la decisión de compra final, debes ser visitable estas semanas”.

Rentabilidad inmediata para el inversor

“El cliente inversor que compra en agosto tiene la posibilidad de dar rentabilidad inmediata a su nueva propiedad”, explica Fontes de Gilmar: “Es sencillo poder alquilarlo hasta el final de la temporada, que aquí se extiende hasta la primera quincena de diciembre”.

Aunque la temporalidad no condiciona tanto el mercado de alquiler urbano, para este tipo de inversores la disponibilidad para el alquiler en septiembre también es siempre provechosa, en especial de aquellos pisos adecuados para el perfil de estudiantes.

“Al final –como señala García– lo más importante es acertar con el momento de cada uno, y la casa de cada uno. Si el piso te gusta y lo puedes pagar, para qué esperar”.  

 

 

 

 

 

Fuente: Idealista

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