En España, a diferencia de otros países, tradicionalmente el alquiler como inversión ha estado asociado principalmente a viviendas en bloques de pisos, especialmente en ciudades. En los últimos tiempos, sin embargo, unido al interés creciente tanto entre los inversores como entre los inquilinos, está ganando fuerza la fórmula inmobiliaria conocida como Single Family Rental (SFR), o alquiler de chalets. Te explicamos el contexto actual de este campo en alza del mercado inmobiliario, las ventajas y desventajas para inquilinos e inversores y las perspectivas a futuro.
La preferencia tras la pandemia por viviendas con espacios exteriores y aptas para el teletrabajo han hecho aumentar la demanda de viviendas unifamiliares
Los últimos años han traído consigo un cambio en las preferencias de los inquilinos en España, que ahora tienen un mayor interés por las viviendas más amplias, con espacios abiertos al exterior y preparadas para el teletrabajo. La crisis sanitaria de la Covid-19 puso de manifiesto la importancia de contar con espacios amplios, jardines y zonas exteriores, lo que ha llevado a muchas familias a replantearse su estilo de vida y buscar viviendas con estas características.
Por otro lado, el aumento del trabajo a distancia ha permitido a muchas personas plantearse el mudarse a otras zonas, tanto en áreas metropolitanas como en zonas más periféricas, o fuera de las grandes ciudades.
Esta nueva demanda contrasta con un mercado inmobiliario marcado por la escasez de oferta de vivienda nueva y los altos precios, por lo que muchas familias consideran alquilar viviendas unifamiliares como una solución de vivienda temporal o incluso a largo plazo.
¿Qué es el Single Family Rental (SFR)?
El Single Family Rental (SFR) se refiere al alquiler de viviendas unifamiliares (chalets independientes o adosados) a largo plazo. Este tipo de inmuebles ofrece a sus inquilinos más amplitud, espacios exteriores y una mayor privacidad, además de una mayor calidad de vida, lo que también se traduce en unas rentas de alquiler más altas. Este modelo tiene un amplio recorrido en países como Estados Unidos, donde los inversores compran viviendas unifamiliares para alquilarlas a familias que prefieren alquilar en lugar de comprar.
En el caso de España, el Single Family Rental es bastante novedoso, pero ya ha comenzado a atraer tanto a inversores como a inquilinos. Los inversores ven en este modelo una oportunidad para diversificar su negocio y obtener rendimientos estables, mientras que los inquilinos valoran las ventajas de vivir en una casa más grande, exterior y con más servicios, sin la necesidad de asumir la responsabilidad que implica la compra de una vivienda.
Ventajas e inconvenientes del SFR para los inversores
La fórmula del SFR presenta una oportunidad interesante para los inversores en el mercado inmobiliario español, por razones como las siguientes:
Diversificación del negocio. Para un inversor, incluir en su cartera de activos chalets, además de pisos o apartamentos, supone diversificar el negocio, lo que reduce el riesgo de sus inversiones.
Ingresos estables. Debido a la demanda creciente de este tipo de inmuebles y la oferta reducida, el alquiler de chalets puede ofrecer ingresos estables.
Rentas al alza. Ese mismo aumento de la demanda de viviendas unifamiliares hace que los chalets en alquiler tengan un potencial de apreciación.
Frente a estas ventajas, el SFR como modelo de inversión presenta también varias dificultades que hay que tener en cuenta:
Mayor coste de adquisición. Frente a la inversión que puede suponer un piso, comprar un chalet para alquilar requiere en la mayoría de los casos una inversión inicial mayor, lo que limita la entrada a este mercado para algunos inversores.
Más gastos de mantenimiento. Una vivienda unifamiliar requiere un mayor mantenimiento, lo que puede incrementar los costes operativos y reducir el margen de beneficio.
¿Qué perspectivas de futuro tiene el SFR en España?
Ciertos cambios en el estilo de vida que llegaron con la pandemia tienen visos de permanecer, como son la tendencia hacia el teletrabajo y la búsqueda de viviendas abiertas y espaciosas que ofrezcan una mayor calidad de vida. Si la demanda de chalets se mantiene, es probable que veamos un impulso en la construcción de nuevas viviendas unifamiliares que hagan aumentar también la oferta.
Tampoco habrá que perder de vista el desarrollo de políticas gubernamentales en materia de vivienda, como las limitaciones en los precios de alquiler o los incentivos fiscales para la construcción de vivienda en alquiler. Por otro lado, el desarrollo de nuevas formas de financiación, como los fondos de inversión especializados en SFR o las plataformas de inversión colectiva, podrían facilitar el acceso de los inversores a este mercado y acelerar su crecimiento.
De cualquier forma, para el éxito de este modelo será importante que la oferta de los inversores sepa adaptarse a las nuevas demandas de los inquilinos, que en muchos casos están dispuestos a pagar un mayor importe por la renta de sus viviendas pero que tienen claras sus preferencias, que pasan tanto por el espacio como por los servicios y la mayor sostenibilidad y eficiencia.
Fuente: pisos.com