¿Tienes grietas en la pared o el techo? Estos trucos pueden ayudarte.
Con el tiempo, las casas desarrollan problemas en las paredes y los techos, por lo que aquí tienes algunos trucos que te ayudarán.
Cuando compramos o alquilamos una casa, suele estar impecable y sin problemas visibles. Sin embargo, es natural que con el tiempo, el desgaste y problemas como humedades o goteras, empieces a notar pequeños problemas en las paredes o el techo. Si has apreciado grietas en el techo o en la pared de tu casa y no sabes cómo solucionarlas, no te preocupes, tenemos algunos consejos que pueden ayudarte.
En primer lugar, es importante que te des cuenta de si realmente tienes grietas en el techo o en la pared o si se trata de algún otro tipo de desperfecto. A continuación, debes intentar averiguar si las grietas son superficiales y fáciles de reparar o si se trata de un problema estructural. Si nos referimos a la segunda opción, lo mejor es llamar a un profesional.
Grietas en paredes o techos: ¿por qué aparecen?
Las grietas en las paredes o el techo de una casa pueden aparecer por diversos motivos. A medida que una casa envejece, el suelo bajo la estructura puede asentarse, dando lugar a grietas. Esto es especialmente frecuente en las casas más antiguas. Las variaciones climáticas también forman parte del grupo de razones. Es decir, cuando hay cambios extremos de temperatura y humedad, estos pueden hacer que la construcción se dilate, dando lugar a la formación de pequeños huecos o grietas en la pared o el techo.
Si la casa no se construyó correctamente y hay defectos en la estructura de la casa, como problemas con vigas o pilares, los errores durante la construcción, como el uso inadecuado de materiales o técnicas, pueden provocar problemas estructurales que den lugar a grietas. La presencia de agua excesiva alrededor de la estructura también puede ser una causa común.
Tipos de grietas:
Hay varios tipos de grietas que pueden producirse en paredes y techos. Identificar correctamente el tipo de grieta es crucial para determinar el enfoque de reparación adecuado. He aquí algunos tipos comunes de grietas:
- Grietas verticales.
- Grietas horizontales.
- Grietas transversales.
- Grietas con diagonales de 45°
- Grietas finas.
Otras distinciones pueden estar relacionadas con el lugar concreto donde se encuentra la fisura.
- Grietas en paredes interiores.
- Grietas en paredes exteriores.
- Grietas en suelos interiores.
- Grietas en suelos exteriores.
- Grietas en las esquinas de ventanas.
- Grietas en esquinas de puertas.
- Grietas en áticos.
¿Cómo rellenar grietas en la pared y el techo?
Acabar con las grietas en una pared suele implicar una combinación de técnicas para reparar la grieta. Antes de iniciar la reparación, es importante identificar a qué tipo de grietas nos enfrentamos.
Las más pequeñas pueden rellenarse con masilla o yeso. Basta con aplicar el yeso en la pared y alisar la superficie. Coloca una tira de fibra de vidrio sobre la grieta y aplica la masilla encima para reforzar la reparación.
Cuando se trata de grietas más grandes, lo mejor es utilizar selladores elastoméricos o productos específicos para grietas en paredes. Son flexibles y pueden acomodarse a pequeños movimientos sin agrietarse de nuevo.
Por último, para grietas más extensas, puede aplicarse un mortero de reparación para rellenar y nivelar la zona afectada. Tras reparar las grietas, considera la posibilidad de aplicar una pintura protectora para evitar futuros daños causados por la humedad.
Es importante recordar que la gravedad de la grieta y su causa determinarán el enfoque más adecuado. Si no estás seguro de qué hacer, siempre es aconsejable consultar a un profesional cualificado para que te asesore.
¿Cuándo debo preocuparme por las grietas?
Para saber si una grieta en la pared es peligrosa, se recomienda analizar varios elementos:
- En primer lugar, es necesario analizar la dirección de la grieta. La presencia de grietas verticales y horizontales (por ejemplo, en paredes de pladur o escayola) indica secado y retracción, procesos normales tras las obras.
- Por otro lado, las grietas dentadas, las grietas escalonadas y las grietas con un ángulo de 45° suelen indicar movimientos estructurales o problemas de asentamiento que son inofensivos en la mayoría de los casos, pero que no deben subestimarse.
- Otro síntoma de la peligrosidad de una grieta es su grosor. Cuanto mayores sean las grietas, mayores serán los riesgos asociados. Las grietas de más de 6 mm de grosor pueden ser peligrosas. Además del grosor, también hay que tener en cuenta la ubicación de la grieta.
- Las grietas horizontales largas que discurren a lo largo de las juntas entre tabiques interiores y techos de plantas superiores suelen indicar problemas en la estructura del techo. Como resultado de este análisis, estas grietas son graves y requieren la intervención profesional.
Fuente: Idealista