Si has tomado la decisión de comprarte una vivienda, pero no te ha tocado la lotería ni has heredado recientemente, debes ir haciéndote a la idea de que para ser propietario necesitarás financiación bancaria. La hipoteca es el mayor de los gastos que implica la compra de una vivienda. Además, también tienes que tener claro que, para que una de estas entidades financie tu hipoteca, deberás cumplir una serie de requisitos. En esta guía te mostramos las condiciones que has de reunir para conseguir una hipoteca. ¿Estás preparado?
Hay que tener ahorro previo suficiente
Las hipotecas que ofrecen los bancos cubren, de media, el 80% del total del valor de la vivienda. Con esta decisión reducen el riesgo de la operación y pueden protegerse ante hipotéticas situaciones de impago. Es por ello que deberás contar con ese 20% restante, así que tendrás que ahorrar para comprar una casa.
Pero ahí no termina tu labor como ahorrador, ya que a ese porcentaje para el acceso a la hipoteca tendrás que sumar los gastos vinculados con la compraventa y la escritura del préstamo, entre los que se incluyen los tributos de la vivienda, la tasación de la casa y los costes notariales y registrales. La suma de todos ellos ronda el 10% del valor del inmueble.
Un buen nivel de ingresos marca la diferencia
Los bancos son muy exigentes con el nivel de ingresos de sus clientes, por lo que otro requisito que deberás solventar tiene que ver con tu salario y tu capacidad de endeudamiento. Al respecto, ten en cuenta que la mayoría de las entidades financieras nunca aprueban solicitudes de hipotecas en las que la cuota mensual del préstamo represente más del 35% de los ingresos mensuales.
Esta exigencia ha hecho que, a día de hoy, la mayoría de las hipotecas que se firman en España se lleven a cabo por parte de dos solicitantes. De este modo, el banco considera que la operación tiene menos riesgo que si tuvieses que pagar las cuotas en solitario. Cuando solo hay un titular, las entidades a veces exigen un avalista o alguna otra garantía extra de pago.
La estabilidad laboral siempre es un plus
Tu situación laboral también puede condicionar que seas visto por el banco como una persona apta para firmar un préstamo hipotecario. Si tu situación laboral es estable y acreditas antigüedad tienes buena parte del camino hecho. En el caso de ser un trabajador por cuenta ajena tendrás de facilitarles un contrato indefinido y las últimas nóminas. Más complicado lo tendrás en el caso de que seas autónomo, pues los requisitos financieros que te solicitarán serán mayores.
De igual modo, los bancos tienen muy en cuenta los sectores en los que trabajan sus clientes. Así, te resultará más fácil firmar tu hipoteca si eres funcionario o si trabajas para un sector al alza, como las telecomunicaciones. Por el contrario, y al igual que sucedía con los autónomos, tu financiación hipotecaria se alejará de ti si trabajas en sectores estacionales o muy dependientes de la demanda, como el turismo o la hostelería.
Nada de deudas pendientes
A la hora de estudiar la concesión del préstamo hipotecario, los bancos tendrán en cuenta tu historial crediticio, lo que les llevará a confirmar si cuentas con otras deudas pendientes de pago y si pagas tus cuotas cuando te toca. Para hacerse una idea de tu perfil, consultan listados de morosos, como ASNEF o RAI, y acceden a la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE).
Teniendo en cuenta esta actitud por parte de las entidades de crédito, la mejor solución para ti será que en el momento de pedir tu hipoteca no cuentes con ninguna deuda pendiente o que seas moroso, ya que esta condición te pondrá las cosas muy difíciles.
¿Has elegido el tipo de hipoteca adecuado?
Una vez que hayas recopilado toda tu documentación y la hayas aportado en las distintas entidades financieras, tendrás que esperar su veredicto. En el caso de que obtengas el visto bueno de varias de ellas, o incluso de una sola, será el momento de que pares a reflexionar y pienses muy en serio el tipo de hipoteca que más se ajusta a tu perfil y necesidades.
Para tomar la decisión, de aconsejamos que hagas simulacros con las distintas opciones y escenarios, valores las cuotas que deberás pagar mensualmente y los intereses a los que estarás sujeto a lo largo de la vida de la hipoteca. También deberás reflexionar sobre la duración del préstamo, el tipo de interés y la posibilidad de realizar amortizaciones.
No olvides leer bien la hipoteca antes de firmar
Aunque en España la normativa hipotecaria ha mejorado de cara a los clientes, en el momento en que vayas a firmar tu hipoteca deberás leer con detenimiento cada una de las cláusulas que contenga el documento. Tienes el derecho de recibir las escrituras del préstamo con antelación, para ir preparado a la firma ante notario, así que no tienes excusa para revisar cada punto y cada coma. Es lo mejor que puede hacer si quieres evitar males futuros y reclamaciones a destiempo.
Fuente: Pisos.com