Aunque muchas veces no nos fijemos, hay un elemento que es fundamental para muchas viviendas: los patios interiores. Su importancia radica en el papel que juegan al introducir luz natural en las viviendas, reduciendo la necesidad de iluminación artificial, facilitando la ventilación natural y preservando la privacidad. Además de mejorar la calidad de vida de los residentes, estos espacios pueden servir como elementos arquitectónicos atractivos, conectarse con la naturaleza, regular la temperatura y añadir diversidad de diseño a una vivienda, contribuyendo tanto a la funcionalidad como al atractivo estético de la arquitectura residencial.

En esta fantástica vivienda que podemos encontrar en Budapest, se ha tenido en cuenta la importancia de este espacio. Nos referimos a A15 Villa, una residencia minimalista ubicada en la hermosa capital de Hungría que fue concebida bajo la atenta mirada de Kettőpera Stúdió.

Esta estructura arquitectónica se distingue por su modesta presencia desde la calle, exhibiendo un plano cuadrado y una cubierta de techo a dos aguas que mantiene su masividad oculta, desvelándola únicamente a nivel de la vista del espectador. 

La entrada principal de la villa se encuentra elevada entre las copas de los árboles, mientras que una parte del nivel inferior se encuentra encajada en el terreno, sacando provecho de un patio interior que introduce de manera armoniosa la luz del suroeste en el corazón mismo de la vivienda. Este espacio vacío central no solamente actúa como una fuente de luz natural, sino también desempeña un papel vital en la organización de la villa, ya que en el nivel superior se encuentran los espacios de vida, mientras que las áreas privadas están ubicadas debajo, todos ellos orientados hacia la pintoresca vista de la colina János y la lejana torre de observación Erzsébet.

Hormigón armado, ladrillo de color óxido y madera

La estructura de la villa está construida con hormigón armado y culmina en una estructura de techo de madera aparente que descansa sobre vigas internas de hormigón. En cuanto a su fachada, se logra un impactante contraste al combinar la solidez del hormigón estructural con un revestimiento de ladrillo de color óxido, cuya disposición alargada se ventila con el objetivo de asegurar su durabilidad en el tiempo. Para complementar este efecto, se han incorporado paneles de madera pintados de negro en las superficies retráctiles cercanas al techo verde, mientras que las puertas y ventanas se han revestido de aluminio negro.

El techo en sí presenta un acabado de chapa de metal de color gris oscuro. En el interior, el diseño de la villa prosigue con el tema de la dualidad de materiales, incorporando vigas de hormigón a la vista y una estructura de techo de madera que delinea los espacios, permitiendo que los acentos minimalistas realcen las características arquitectónicas. 

El diseño general de la villa está cuidadosamente orquestado para crear una armonía perfecta entre el interior y el exterior, con vistas al paisaje natural, jardines internos y elementos estructurales que enmarcan amplias aberturas que conectan estos dos mundos. Los detalles interiores han sido meticulosamente diseñados para reflejar y resonar con el entorno exterior, estableciendo un sutil diálogo entre ambos que enriquece la experiencia de habitar este singular espacio.