FUENTE: Decoración2
Está comprobado que el ruido tiene efectos negativos sobre la salud de las personas. Una exposición prolongada puede perjudicar a nuestra audición. El ruido también afecta a la calidad del sueño, el rendimiento y la concentración, entre otras muchas cosas.
Debido a todo esto, resulta de vital importancia reducir el ruido en nuestro hogar, la cuestión es ¿por dónde empezar? Para dar solución a esta cuestión, hoy compartimos con vosotros una serie de sencillos consejos y trucos que os ayudarán a alcanzar ese bienestar tan buscado.
Cubrir las superficies para absorber el ruido
Cubrir las superficies duras o rellenar los espacios vacíos es una forma fácil y segura de reducir los niveles de ruido. Una alfombra de algodón tejida a mano con un dibujo sutil puede añadir un toque elegante y encantador. La alfombra mullida proporciona confort y la de estilo persa con motivos florales ofrece un toque más clásico.
Insonorización decorativa
El aislamiento de paredes, ventanas y puertas es clave para reducir el ruido. A falta de un proyecto de aislamiento completo, un simple burlete puede ayudarte a reducir el ruido. En cuanto a la insonorización decorativa, el papel pintado, y las cortinas no sólo pueden cambiar el aspecto de una habitación, sino que también tiene un gran impacto en la reducción del ruido, especialmente si las ventanas son finas. Elige un estilo que se adapte a tu gusto decorativo (persiana veneciana, cortina suave y clásica, cortinas de terciopelo grueso…).
Combinar comodidad y practicidad
Los muebles también funcionan como un aislante natural, y la colocación estratégica de sillas y sofás puede suavizar definitivamente los efectos del ruido exterior.
Buscar la eficiencia energética
Los electrodomésticos y aparatos de climatización también contribuyen a la contaminación acústica. Los que son energéticamente eficientes son más silenciosos y, además de ahorrar en casa, contribuimos activamente a la sostenibilidad del planeta.
Reforma
En algunos casos, la estructura de la casa es la culpable del mal aislamiento acústico y las medidas anteriores pueden no ser suficientes. En este caso cambiar las ventanas por unas de doble acristalamiento, instalar persianas o una espuma de poliuretano en paredes y techo pueden ser algunas de las soluciones.