¿Cuánto tengo que ahorrar para comprar un piso?

Cuánto tengo que ahorrar para comprar un piso.

Los precios de las viviendas están cada vez más altos. Y por esto hay menos personas que pueden acceder a comprar una casa si no reservan una parte de su dinero. Hablamos con diversos expertos para saber cuánto hay que ahorrar para comprar un piso y de qué forma puede hacerse. La fórmula más repetida es la de tener ahorrado el 30% del precio de la vivienda, si bien todo dependerá del préstamo que te haga tu entidad bancaria, de tu edad y de las bonificaciones que puedas tener.

Pagar la entrada de una vivienda piso

Primero, hay que hacer cuentas y ver si nos llega pagar la entrada del piso que hemos visto y nos queremos comprar.

Josep Vera, director regional de UCI, especifica que, aunque no existe una regla establecida, normalmente en las compras de vivienda al contado hay que sumarle entre un 10% y un 12% al precio de venta en concepto de los gastos adicionales como impuestos, notaría o registro, “mientras que en las compras con financiación que, según los datos de los notarios, en el mes de junio supusieron cerca del 43% de las operaciones de compraventa en nuestro país, se recomienda contar adicionalmente con ahorros propios equivalentes al 20% del precio de compraventa. Normalmente las entidades conceden financiación por el 80% de dicho valor”.

El experto da un ejemplo, pues, si la vivienda cuesta, 200.000 euros, deberíamos tener ahorrados unos 40.000 euros más los gastos (que oscilarán entre 20.000 euros y 24.000 euros).

Por esto se recomienda que los compradores de vivienda tengan al menos unos ahorros cercanos al 30% del precio de la vivienda. “Aunque, hay excepciones como pueden ser las reducciones de pago de impuestos a los jóvenes. De todos modos, hay que tener en cuenta que, en todos los casos, a una mayor aportación inicial, menor será el importe de préstamo a solicitar, y en consecuencia menor cuota mensual a pagar”.

No obstante, las condiciones pueden variar en función de las políticas comerciales de cada entidad y del análisis de riesgo y solvencia que las entidades financieras realizan sobre el perfil de sus clientes.

Por su parte, Ligia Luca, National Key Account Manager de Grocasa, comenta que cada entidad ofrece un producto diferente con porcentajes de financiación diferentes, dependiendo de la situación y necesidades de cada cliente.

“Las entidades bancarias tienen como normal general financiar el 80% del valor de la vivienda, esto supone que el cliente debe disponer del 20% del precio de la vivienda y un 10% adicional para pagar los gastos de la compraventa y de formalización de la hipoteca (ITP o IVA, notaría, registro, gestoría, tasación, seguros, etc.)”.

Así, el porcentaje de financiación por parte del banco se puede ampliar en base al perfil y solvencia económica del cliente: si existe una buena antigüedad laboral, si se es funcionario o se trabaja para un sector estable, si se dispone de altos ingresos, etc.

Aunque es complicado acceder a una hipoteca que incluye un porcentaje de financiación superior al 80%, es posible hacerlo, “sobre todo si se cuenta con garantías patrimoniales adicionales”.

¿Cómo podemos ahorrar al comprar una vivienda?

Los expertos abogan por la necesidad de establecer una cultura de ahorro que nos ayude a reservar una parte de nuestro dinero para proyectos a largo plazo desde edades tempranas.

“Cuando nos centramos específicamente en la compra de la vivienda, empezaría por analizar el importe de préstamo que podemos permitirnos con nuestro sueldo y gastos habituales con ayuda de una calculadora hipotecaria. Conviene recordar aquí que el ratio de endeudamiento recomendable no debe superar el 30% – 35% de los ingresos netos mensuales de la unidad familiar”, comentan desde UCI.

Partiendo de ese análisis inicial, el experto ve que debemos establecer un plan de ahorro específico para definir cuánto deseamos ahorrar y en qué plazo tenemos previsto realizar la compra. “Y en ese plan de ahorro hay que analizar nuestros ingresos y gastos mensuales, revisando nuestros hábitos de consumo e identificando posibles gastos innecesarios o gastos hormiga y vampiro, que a final de mes pueden notarse en la capacidad de ahorro. También es interesante revisar alternativas de inversión de bajo riesgo que puedan hacer que nuestros ahorros crezcan y ser constante en ese objetivo de ahorro”.

Lo que está claro es que es muy importante tener contabilizados los gastos que tenemos cada día y cada mes. “La gran mayoría de nosotros no solemos sacar dinero del cajero, sino que usamos la tarjeta de débito para pagar todo lo que necesitamos, lo que hace que sea más fácil “perder” la cuenta del dinero que gastamos a diario”, establece Ligia Luca.

El experto da el consejo de dividir en diferentes bloques a principio de cada mes, la nómina que percibimos. Por ejemplo, si tengo una nómina de 1.800 euros, podemos dividir nuestros ingresos en seis bloques:

· 550 euros para el alquiler

· 250 euros para comida

· 150 euros para suministros

· 200 euros para “caprichos”

· 150 euros para salidas

· El resto irá para ahorros: En este caso, serían 500 euros

“Es importante tratar de respetar este presupuesto, que podemos variar en función de la época del año. Es decir, en verano o en Navidades podemos aumentar el gasto en salidas o en caprichos y reducir los ahorros, pero a su vez, compensar esta cantidad en otros meses del año”, añade.

Además, aconseja que una forma fácil y práctica de asegurarte de ahorrar es establecer una transferencia bancaria automática a otra cuenta a principios de mes. “Al no ver el dinero en la cuenta habitual, se evita la tentación de gastarlo y se fomenta el ahorro”.

 

 

 

 

 

Fuente: Idealista

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