Llevamos ya un tiempo siendo testigos de la teoría del rojo inesperado (unexpected red theory) en las redes sociales. Un paseo por Instagram o TikTok sirve para darse cuenta del potencial de este color cálido y encendido, capaz de elevar a una nivel superior cualquier interior con su sola presencia.
Si tienes la sensación de que a tu salón o a tu dormitorio le falta un toque de estilo, ese «algo» te lo puede dar un elemento decorativo rojo, rompiendo una impresión visual monótona y dotando al ambiente de un renovado lenguaje. ¿Quieres saber cómo?
Teoría del rojo inesperado: un fenómeno que arrasa en redes sociales
Levantar el interiorismo con solo un objeto decorativo es más fácil de lo que imaginas. Sin duda, echar mano de un mueble icónico o colocar un par de plantas ya cambia mucho la impresión, pero si atendemos al lenguaje cromático, también es posible darle un giro.
Si apostamos al rojo, lo tendremos todo a favor. No hace falta que combine, ni que sea voluminoso, lo importante es que entre en la habitación y, por sí solo, hará que la habitación luzca con un atractivo renovado.
Al fenómeno, dada su simpleza, se han sumado en masa tanto famosos como anónimos, y los propios interioristas reconocen su fuerza, admitiendo su habilidad para enriquecer la atmósfera, enfatizando los volúmenes jugando con la sofisticación y el desenfado a partes iguales.
Para incluir el rojo en la decoración y levantar el look, hay que hacerlo con pequeños detalles
La teoría del rojo inesperado se basa en la sorpresa, así que los detalles pequeños serán tus mejores aliados: unos tiradores en los armarios o cajones, un jarrón sobre una mesa auxiliar o estantería o unos portavelas o candelabros serán el detalle que marcará la diferencia.
Pero esta corriente viral también tiñe zonas más amplias de la casa. Si pintas una de las cuatro paredes de la estancia en rojo verás que inmediatamente todo se transforma, aunque si tienes pocos metros cuadrados, deberás tener cuidado porque el rojo reduce visualmente los espacios.
Lo importante es, como en todo proyecto decorativo, actuar con mesura. Si obramos desde el equilibrio, incluso nos podremos beneficiar de cambios positivos en nuestro estado de ánimo, pero si nos pasamos, el efecto se vuelve en nuestra contra, pues nos podría provocar cierta claustrofobia.
Todas las habitaciones de la casa pueden cambiar su impresión visual gracias a este color tan pop
En el salón, hay quien se apoya en obras de arte pictóricas XXL abstractas con predominio del rojo para destacar, pero enmarcar con rojo alguna lámina en la pared trasera donde apoya el sofá del salón también tiene su punto. Si te atreves a acompañar el sofá blanco o gris grande con un sillón rojo o colocar sillas rojas en el comedor también triunfarás.
En la cocina, no hace falta que todos los armarios sean rojos, pero si la zona donde está situados tus fogones es pequeña, ¿por qué no dejarse llevar por él? Otras pinceladas resultonas pueden unos tarros de cerámica a la vista donde guardar tus legumbres o un frutero en rojo pasión.
El baño no se escapa al influjo de este tono tan excepcional. Unas toallas de tocador en rojo o una simple vela son suficientes, pero un mueble de lavabo rojo en un ambiente claro o combinado con otras tonalidades con carácter hace que obtengas un resultado muy tentador.
En el dormitorio, los cojines son un magnífico recurso, pero si quieres salirte de lo convencional, prueba a ubicar unas pequeñas lámparas rojas sobre las mesillas de noche a modo de luz de lectura. Tu despacho ganará glamour si el flexo sobre el escritorio es de este color o vas un paso más allá y colocar un neón en la pared.
¿Conocías la teoría del rojo inesperado?
Fuente: Pisos.com
