La inteligencia artificial generalizada es una aspiración, un objetivo, un proceso, pero no existe hoy en día. Es importante aclarar que en mayo de 2024, tenemos sistemas de inteligencia artificial específicos diseñados para realizar tareas específicas. Por ejemplo, el modelo de lenguaje grande (LLM) conocido como Chat GPT puede realizar tareas sorprendentes, pero con limitaciones significativas.
Si le pregunto a Chat GPT “¿Cuál es la mejor propiedad inmobiliaria para comprar en España?” o “¿Es mejor alquilar o comprar?”, la respuesta no aportará nada nuevo que no se pueda encontrar en una búsqueda rápida en internet, entonces ¿Cuáles son las tareas donde la inteligencia artificial puede aportar valor? Para averiguar esto, pregunté a Groq, uno de los LLMs disponibles hoy, y aquí están algunas de las respuestas:
Asistentes virtuales, análisis de datos, chatbots, automatización de procesos, reconocimiento de voz, predicción de comportamiento, análisis de imágenes, automatización de tareas, análisis de texto y gestión de recursos.
Mejorar estos aspectos es interesante y mejorará muchos procesos, pero no todos por igual. Los procesos que son repetitivos y estandarizados se beneficiarán más de estas mejoras que aquellos que requieren una gran cantidad de intervención humana o de hacer cosas “a mano”.
Ahora, hablaremos de los procesos más estandarizados y automatizados del sector inmobiliario. Estamos hablando de todos aquellos alquileres que se gestionan de forma 100% digital. Esta tendencia comenzó hace aproximadamente una década en el mundo de los alquileres turísticos, pero ahora se ha extendido a otras formas de alquiler, como el alquiler de habitaciones, el alquiler de temporada o el coliving.
En 2023, según datos de Eurostat, se realizaron en Europa 61 millones de alquileres de corto plazo a través de plataformas digitales, 9,5 millones en España. Estas cifras sitúan el volumen de mercado en varios miles de millones de euros. Estamos hablando de un sector muy potente y capaz de revolucionar el futuro del mundo inmobiliario.
Esta realidad es posible porque muchas empresas están desempeñando las funciones de “gestión” o “property management”. Estas empresas comercializan en plataformas digitales las propiedades de miles de propietarios individuales a cambio de una comisión sobre los ingresos generados. En muchos casos, este modelo ha evolucionado para incluir también alquileres de temporada o de habitaciones, al mismo tiempo que convive con tareas más tradicionales como la compraventa o la promoción de proyectos de obra nueva. Muchas de estas empresas pertenecen al ámbito inmobiliario convencional y otras vienen del ámbito turístico hotelero.
Para definir este tipo de servicio se está empezando a utilizar la expresión “Operador Especializado de Alquiler”. Esta es una empresa que presta a la propiedad el servicio de gestionar todas las tareas necesarias para que se realice con éxito el alquiler del inmueble. En estos casos, la mayor parte de los alquileres se realizan de modo digital, bien mediante plataformas o en los propios sistemas de los Operadores. Es por eso que las tareas son altamente susceptibles de ser automatizadas. El entorno de la transaccionalidad digital es uno de los que puede capitalizar mejor las eficiencias generadas por la inteligencia artificial.
Los servicios de Operadores Especializados de Alquiler cubren el salto entre el propietario que espera un rendimiento de su activo y el inquilino que espera un servicio de alojamiento altamente digitalizado. Estos servicios también facilitan que la relación con el activo y con la propiedad sea mucho más continua que la intervención para una transacción puntual. Esta estabilidad en la actividad es la que permite desarrollar procedimientos de operación que se repiten en el tiempo y que son susceptibles de procesos de mejora continua e implementación de tecnologías. Aquí es donde pueden brillar especialmente tecnologías como la inteligencia artificial o la domotización avanzada.
Las agencias inmobiliarias que presten servicios de Operación Especializada de Alquiler podrán posicionarse como actores principales del sector, aprovechando al máximo el potencial de las nuevas tecnologías y los procesos optimizados. La clave está en adaptarse a este cambio de paradigma y aprovechar las oportunidades que ofrece el avance tecnológico para transformar el mercado inmobiliario hacia un futuro más eficiente y dinámico.
Fuente: Idealista
