Registro de la Propiedad: Todo lo que necesitas saber

El mercado inmobiliario es algo más que un cartel de «se vende/se alquila» colgado de una terraza o, en su versión más actual, los anuncios que aparecen en los portales especializados en internet. En las actividades que cada día se desarrollan en él intervienen diferentes agentes y recursos y, uno de los más reconocidos es el Registro de la Propiedad.

Pese a lo interesante de su labor, lo cierto es que sus funciones no son especialmente populares más allá del ámbito estrictamente profesional aunque, en la práctica, cualquiera que esté pensando en comprar, vender o alquilar una vivienda puede hacer uso de esta institución que depende directamente del Ministerio de Justicia.  ¿No tienes claro cómo puede ayudarte? Sigue leyendo y descubre todos los detalles sobre su funcionamiento.

¿Qué es el Registro de la Propiedad?

El Registro de la Propiedad es una institución pública que tiene como función principal dar publicidad oficial a la situación jurídica de los bienes inmuebles (como casas, terrenos, edificios, etc.) y los derechos que recaen sobre ellos.

Su objetivo es proteger los derechos de propiedad y otros derechos reales sobre los inmuebles, así como garantizar la seguridad jurídica en las transacciones inmobiliarias. Dicho de otro modo, es el encargado de dar información segura sobre las fincas que quedan registradas en sus libros, los documentos que recogen la historia de la propiedad a través de lo que se conoce como asientos.

Inscripción en el registro: cómo, dónde, cuánto y por qué

Si bien es cierto que registrar una propiedad no es obligatorio, el Registro de la Propiedad desempeña un papel fundamental en la seguridad jurídica del mercado inmobiliario. El procedimiento es sencillo, tanto que, si bien es cierto que la tarea suele dejarse en manos de expertos -gestorías, abogados, notaría…-, también puedes hacerlo tú mismo.

Cómo registrar una propiedad

Lo primero que debemos hacer para que nuestra propiedad quede registrada es reunir la documentación necesaria para llevarlo a cabo. En contra de lo que pueda parecer, solo necesitas tres documentos clave: una copia autorizada ante notario de la escritura pública de compraventa; el Impreso de Autoliquidación que justifique el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales correspondiente a su comunidad autónoma, y la justificación de haber presentado el documento para el pago de la plusvalía municipal.

Con la documentación recabada es necesario acudir a la Oficina Registral que corresponda -aquella ubicada en la localidad a la que pertenezca la propiedad adquirida- y formalizar la inscripción. En el Registro se analizará la documentación y en un plazo máximo de 15 días hábiles el trámite quedará resuelto.

Dónde hacer los trámites

Para llevar a cabo el registro existen varias vías. La primera es de manera presencial. En todas las ciudades y muchos pueblos de España existen oficinas de Registro. Si no sabes a cuál acudir puedes consultar la más cercana a través de este enlace o buscar en el directorio online en el que, a través de un mapa interactivo, puedes filtrar por provincias o localidad.

Por otro lado, existe la posibilidad de hacerlo de manera telemática en la propia web del Colegio de Registradores, una forma rápida y fiable a la que, por lo general, recurren buena parte de los profesionales.

Más allá de los canales que ofrece la propia web, en el teléfono 912 701 699 también es posible solicitar más información sobre cuáles son los trámites que podemos hacer en el Registro de la Propiedad.

Cuánto cuesta registrar una propiedad

Registrar una propiedad no es obligatorio, pero tampoco es gratis. Sin embargo, el precio de hacerlo varía en función del valor del inmueble, siendo lo más frecuente pagar una media de entre 600 y 1.000 euros. Los honorarios de los registradores vienen fijados por lo que se conoce como el Arancel de los Registradores de la Propiedad. En base al mismo -regulado por el Real Decreto 1427/1989-, se establece el máximo que pueden cobrar y que se describe en la siguiente escala de precios:

  • Si el valor de la finca o derecho no excede de 6.010,12 euros, 24,040484 euros.

  • Por el exceso comprendido entre 6.010,13 y 30.050,61 euros, 1,75 por 1.000.

  • Por el exceso comprendido entre 30.050,62 y 60.101,21 euros, 1,25 por 1.000.

  • Por el exceso comprendido entre 60.101,22 y 150.253,03 euros, 0,75 por 1.000.

  • Por el exceso comprendido entre 150.253,04 y 601.012,10 euros, 0,30 por 1.000.

  • Por el valor que exceda de 601.012,10 euros 0,20 por 1.000.

De este modo, el precio del registro nunca estará por debajo de los 24,04 euros ni podrá superar los 2.181,67 euros.

Por qué registrar un inmueble

La inscripción registral tiene un coste, sí. Pero de ella también se derivan ciertas ventajas. Las más destacadas son:

  • Garantiza la identidad del dueño de la propiedad.

  • Ofrece información verdadera y exacta.

  • Minimiza riesgos y asegura la protección de la propiedad.

  • Es una información pública de modo que los ciudadanos pueden acceder a la información de las propiedades registradas.

Información registral: nota simple y certificación

La información es la base de la actividad del Registro de la Propiedad. Más allá de la inscripción de inmueble, la institución está abierta a que los ciudadanos puedan solicitar tanto notas simples como certificaciones.

Ambos documentos contienen la misma información, pero mientras que la primera tiene un valor meramente informativo, la certificación «es el único medio de acreditar fehacientemente el contenido del Registro y, al tratarse de documento público, va firmada por el Registrador».

En todo todo caso, la información que contienen es:

  • Descripción de la finca: Para empezar distingue entre urbanas y rústicas pero, además, el documento incluye datos sobre la localización, tamaño o fincas colindantes.

  • Titularidad

  • Cargas: Se conocen como cargas los derechos que otras personas distintas al dueño tienen sobre la finca. En este sentido, pueden aparecer anotaciones sobre hipotecas, usufructos, anotaciones preventivas sobre embargos…

Como ocurre en el caso de la inscripción registral también es posible realizar la solicitud de una nota simple de manera presencial u online por un precio de 9,02 euros.

El papel del Registro en las transacciones inmobiliarias

Si has llegado hasta aquí, ya tendrás claro que la función principal del Registro de la Propiedad es la de dar publicidad a la situación jurídica de los bienes inmuebles y proporcionar protección legal tanto a propietarios como a terceros que realicen transacciones sobre esos inmuebles. Pero ¿en qué se concreta en cada una de las diferentes situaciones que pueden afectar a una propiedad? A continuación, te damos todos los detalles:

Compraventa de un inmueble

Cuando se compra o vende un inmueble la inscripción de la escritura de compraventa en el Registro de la Propiedad asegura que el comprador aparecerá como el nuevo propietario. La inscripción otorga protección frente a terceros, lo que significa que nadie más puede alegar derechos sobre el inmueble sin que estos estén también registrados.

A partir de ese momento, cualquier persona puede consultar la nueva situación de la propiedad tanto quién es el propietario, como si existe alguna carga sobre el inmueble, o si está libre de deudas (a través de una nota simple o certificaciones).

Alquiler

En contra de lo que pueda parecer, el arrendamiento también puede blindarse gracias al Registro de la Propiedad. Aunque no es obligatorio, es posible inscribir un contrato de alquiler, una acción útil principalmente para el arrendatario (inquilino) ya que le otorga mayor seguridad jurídica, sobre todo en contratos de larga duración.

Si el contrato está inscrito y el propietario vende la propiedad, el nuevo dueño tendrá que respetar el contrato de arrendamiento hasta su finalización. La inscripción del alquiler también ofrece protección al inquilino frente a posibles embargos o ejecuciones hipotecarias que pudieran afectar al propietario ya que, a priori, el arrendamiento inscrito no puede ser anulado por estos procedimientos.

Constitución de una hipoteca

Cuando se constituye una hipoteca sobre un inmueble es obligatorio inscribirla en el Registro de la Propiedad. Esta inscripción es esencial para que la hipoteca sea efectiva y oponible a terceros, es decir, sin la inscripción, la hipoteca no tendría efecto frente a otras personas que pudieran reclamar derechos sobre el inmueble.

Del mismo modo, esta inscripción permite establecer un orden de prioridad en el caso de que haya varios créditos sobre el inmueble. Es decir, si el propietario no paga la deuda y el inmueble es subastado, los créditos inscritos con anterioridad tendrán preferencia en el cobro sobre los inscritos posteriormente.

Consultas y certificaciones

Es habitual que antes de comprar una casa, los compradores soliciten una nota simple del para verificar que la propiedad esté libre de cargas, embargos o limitaciones. Esta consulta garantiza que no existan sorpresas desagradables después de la compra.

En la misma línea, las certificaciones emitidas por el Registro de la Propiedad permiten acreditar de manera oficial la titularidad y la situación jurídica de un inmueble en procedimientos legales, ventas, o concesión de créditos.

En definitiva, el Registro de la Propiedad es una herramienta clave en la protección de los derechos de propiedad que, además, asegura la transparencia y seguridad en las transacciones inmobiliarias.


Fuente: pisos.com

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